Las patronales sectoriales de electrodomésticos de Línea Blanca y PAE, Anfel y Fape, han procedido, según han hecho publico en nota de prensa, a presentar una querella criminal contra el empresario Francesc Miró i Fisa ante los Juzgados de Instrucción n. 19 de Barcelona. En dicha querella se acusa al fundador y propietario de Establiments Miró de la "posible comisión de los delitos de Falsedad Contable, Estafa e Insolvencia Punible, a raíz de haber sido conocido el contenido del Informe de la Administración Concursal. En este proceso, precisamente el Juzgado de Instrucción n. 19 de Barcelona citó a Francesc Miró el pasado 31 de enero para hacerle entrega de la querella y requerirle la designación de abogado y procurador, lo que ya habría tenido lugar.

Dicha querella viene a unirse a otra criminal, "en términos muy similares" según Anfel y Fape, interpuesta en su día por Caixabank y en la que el empresario ya habría comparecido a declarar en calidad de imputado el día anterior a la celebración de la Junta de Acreedores convocada en el concurso. Precisamente Caixabank ha sido la entidad acreedora de Miró que más pegas habría puesto a las cuentas de Establiments Miró en su proceso concursal.

La defensa de los intereses de ambas patronales, que representan en el procedimiento penal referido a la práctica totalidad de sus asociados, ha sido encomendada al bufete especializado en asunto penales Molins & Silva de Barcelona.

En paralelo, el Juzgado Mercantil nº 1 de Barcelona, instructor del concurso de acreedores de Establiments Miró, S.L., habría procedido a la apertura de la Sección de Calificación del mismo, pieza en la que "ambas asociaciones han solicitado la declaración de concurso culpable".

Presuntas irregularidades contables

Como ya publicó Alimarket Electro en ediciones anteriores , el informe de los administradores concursales de Establiments Miró puso negro sobre blanco toda una serie de prácticas contables calificadas de irregulares y que se remontaban prácticamente a 10 años atrás . El informe de los administradores concursales, al que Alimarket Electro ha tenido acceso, arrojó importantes dudas respecto a las cuentas presentadas por la compañía en los últimos años, indicando numerosas irregularidades hasta el extremo de asegurar que la empresa "reveló determinadas prácticas contables que suponían incumplimientos de las normas contables y que estaban encaminados a mostrar una situación patrimonial solvente muy superior a aquella deficitaria que mantenía realmente".

El citado informe, en otro de sus apartados, aclara que a su juicio, "la Sociedad mostraba una situación de insolvencia patrimonial desde ejercicios anteriores..." y que "los Fondos Propios de la Concursada se encontraban en valores negativos al menos desde el cierre del ejercicio 2006". También se destaca que "dicho conocimiento de la situación de insolvencia por parte de la Sociedad queda patente en el diseño contable creado por la Sociedad, mediante el cual, ésta ofrecía una imagen pública contable excelente, mediante el tratamiento de los registros contables fundamentalmente a través de una revalorización contable de las existencias y anotaciones (cargos) contables en el "debe" de cuentas de proveedores con el objetivo de aflorar gastos o mostrar ingresos que realmente no se habían producido". De hecho, en los últimos cuatro ejercicios la cadena habría acumulado unas pérdidas conjuntas de 89,25 M€ en lugar de los beneficios que recogían sus cuentas anuales.