Informe que recoge las principales líneas de investigación en las que trabajan las casas de semillas, sus principales lanzamientos y las tendencias de consumo que ganan terreno en el sector hortofrutícola. El cambio climático ha obligado a las empresas de semillas a redoblar la investigación en nuevas variedades más resistentes a plagas, virus y temperaturas extremas. Nuestro país se ha convertido en un polo de innovación para las grandes multinacionales, como demuestra la puesta en marcha de nuevos centros de I+D en Almería y Murcia. Entre las diferentes líneas de trabajo destaca el esfuerzo para desarrollar nuevas fórmulas que frenen el avance del virus del rugoso, lo que ha supuesto ampliar las resistencias a todas las tipologías de tomate. Otro eje que gana peso en el ámbito de la innovación es el de la conveniencia, en este caso con el objetivo de lograr variedades de menor tamaño y sin semillas que faciliten el consumo. Y, del lado del sabor, la tendencia apunta a texturas más crujientes y sabores más dulces, con un mayor número de grados Brix.