Después de dos ejercicios con inversiones más modestas (8 M€ en 2022 y 9,5 M en 2023), Congelados de Navarra prepara un desembolso mucho más potente para este año. Según se desveló durante una visita institucional a sus instalaciones de Fustiñana, la especialista en congelados vegetales destinará 32 M€ a la puesta en marcha de una nueva línea de producción. En concreto, se dedicará a maíz, guisante y brócoli e incluirá también una zona de escaldado, así como dos nuevos túneles de congelación IQF, lo que permitirá aumentar la producción en más de un 50% y generará cerca de 80 nuevos empleos. De cumplirse con los plazos previstos, la nueva línea entraría en funcionamiento en pocos meses, a finales de primavera.
En total, la empresa navarra, que acaba de celebrar su 25 aniversario, cuenta con cinco plantas de producción en España, además de oficinas comerciales en Reino Unido, Alemania, EE.UU. y Canadá. Con una producción superior a 270.000 t en el último ejercicio y cerca de 1.200 empleados, se ha consolidado como unas de las empresas líderes de verdura congelada a nivel internacional y la segunda en facturación según el informe de congelados vegetales que anualmente elabora Alimarket. En palabras de Benito Jiménez, Presidente y CEO de la compañía, "con una inversión desarrollada durante estos años, que supera los 350 millones de euros, la empresa encara los retos de futuro con ambición, ilusión y el respaldo de un gran equipo, para ser el referente del sector de verduras y soluciones congeladas".
Durante la visita a las instalaciones, se pusieron en valor las inversiones fotovoltaicas realizadas el año pasado, cuando se instalaron cuatro parques, superando los 9 MW/h y que permiten un autoabastecimiento energético del 20%. Todo ello forma parte de un Plan de transición energética y descarbonización que la empresa afronta en estos momentos en su objetivo de crecimiento sostenible.