Los dos sectores hermanados, el termoformado y el termosellado, comparten desde siempre una premisa sobre el funcionamiento de los mercados: la necesidad de que la distribución apueste por la alimentación envasada. En estos últimos años en los que las grandes cadenas, al menos en España, han centrado esfuerzos en recuperar espacios más tradicionales (charcuterías, áreas de panadería, carnicería al corte, etc.), se ha vivido un paso atrás que sin embargo, por diversos aspectos, no ha sido tan perjudicial como se podría pensar en un principio. Tradicionalmente en un entorno de mayor bonanza económica la alimentación procesada vuelve a tener mayor peso en la cesta de la compra, igual que los productos preparados. Ambos mercados están estrechamente vinculados al termoformado y su caída generalizada estos últimos años (se salvaron sólo productos con un precio de conveniencia muy marcado, como la pizza) se hizo notar entre los proveedores de termoformadoras. Todo esto sin embargo no es aplicable a los especialistas en sistemas form-fill & seal, con un mercado cautivo muy potente (lácteos y postres), que han pasado la crisis con ciertas dificultades (las lógicas de cambiar un cliente de marca por otro de MDD) pero sin muchos problemas.

Con todo, tanto el termoformado como el termosellado son dos segmentos en los que impera la multinacional como perfil principal y, por lo tanto, sus estrategias van más allá de la respuesta que obtengan de un mercado local como el español. A nivel europeo, la demanda de estos equipos no ha dejado de crecer en los últimos años al tiempo que el consumidor ha hecho cada vez más hueco a soluciones como los platos preparados o precocinados, lo que, como resultado, ha dado pie a todo tipo de innovaciones en los equipos para adaptarse a productos que hasta hace no mucho era impensable que pudieran estar envasados en estos sistemas (desde alimentos cárnicos con hueso hasta platos preparados con válvulas para administrar salsas). Es conocido, además, cómo en los últimos años las empresas han buscado mejorar sus catálogos por la vía de los ahorros de costes. Aunque reducir la factura energética ha sido una de las claves para entender la evolución del sector de maquinaria de envasado en los últimos años, en el caso del termoformado, un tipo de equipo cuyo consumo es más elevado que otros sistemas, el esfuerzo ha sido más destacado con resultados bastante sorprendentes.

Nuevos retos para Bilopack

Asimismo, al igual que pasó en los dos años inmediatamente anteriores, el termoformado permanece como el sector que más interés concita a nivel empresarial y el gran motivador de las últimas compras sectoriales. Si el año pasado la gran protagonista fue la adquisición de Oystar-Erca por parte del grupo italiano Ima, en esta campaña el protagonismo ha recaído sobre una firma de capital 100% español. Se trata de la división ‘Dairy Pack, especializada en la fabricación de equipos de termoformado y termosellado para la industria alimentaria, una enseña propiedad de la riojana Bilopack que a principios de este año fue adquirida por la estadounidense Barry Wehmiller. La operación buscaba reforzar el negocio de la firma norteamericana en el área del termofomadoFFS (Form Fill & Seal) para el mercado de lácteos y postres. Bilopack y ‘Dairy Pack’ se separaban por segunda vez, ya que en 2009 la sociedad Integral Packaging Solutions (IPS), que en ese momento desarrollaba la actividad de producción de maquinaria y hacía grupo con Bilopack, pasó a la órbita del grupo Ulma Packaging, quien llegó a tomar el 100% de sus títulos en distintas fases.

En 2013, un nuevo acuerdo entre Ulma y Bilopack permitió a esta última recuperar su presencia en el negocio de la maquinaria asumiendo los negocios que hasta ese momento se desarrollaban en IPS, sociedad que al año siguiente entró en liquidación. ‘Dairy Pack’ ha pasado a integrarse en el área Synerlink de la firma estadounidense, donde también se incluyen marcas para el mundo de la maquinaria como ‘Arcil’, ‘Dinieper’, ‘Aprium’ y ‘Dosil’. La sociedad creada para continuar esta actividad, Synerlink Ibérica, ha pasado a gestionar los activos del área ahora adquirida, asumiendo también su plantilla, que ronda los 50 trabajadores. La transformación de Bilopack contempla además la entrada en un nuevo sector después de desembolsar el pasado año 912.000 € para, entre otros destinos, adquirir una línea de termoformado para la fabricación de bandejas plásticas.

Más espacio para el cliente

Otra inversión importante es la abordada en España por Multivac Packaging Systems en la presente campaña. La misma asciende a 2,3 M€ y se ha empleado, entre otras cosas, para el traslado de la división de Ventas (línea de Maquinaria y Recambios) y Customer Service a unas nuevas oficinas en Mataró (Barcelona), un nuevo emplazamiento donde tiene operativos 800 m2. El cambio ha venido motivado por el crecimiento que ha experimentado la empresa en los últimos años hasta llegar al equipo de 200 profesionales que tiene en la actualidad, y cuyo principal objetivo es mejorar el servicio al cliente.

Hasta ahora, la firma tenía operativa ese área dentro de la factoría principal, ubicada en Sant Cebrià de Vallalta (Barcelona), centro que sigue en activo para labores productivas. El espacio en el que pasará a operar ahora consta de una planta entera con 800 m2 disponibles. Dentro del importante volumen de novedades que presenta cada año la compañía destacan la máquina de doble campana ‘P 650’, un modelo con campanas especialmente grandes y diseñado para envasar alimentos voluminosos o largos. El nuevo equipo dado a conocer a finales del pasado año está integrado en la serie ‘Baseline’, y se concibe para envasar alimentos muy voluminosos como piezas de carne fresca y bloques o ruedas de queso. Las dos campanas están equipadas, delante y detrás, con dos barras de soldadura removibles de 850 mm de longitud cada una de ellas. Esta máquina cuenta con una soldadura de separación de doble costura para recortar lo que sobresale de la bolsa.

La comodidad del consumidor

Otra firma, de un perfil muy distinto, que ha llevado a cabo cambios que afectan a sus infraestructuras y presencia geográfica es Luciano Aguilar. La firma barcelonesa, especializada en la representación de equipos de envasado y proceso para alimentación, artes gráficas y envase y embalaje, abrió el pasado año una oficina comercial en Madrid para gestionar de un modo más directo las necesidades de sus clientes en el centro del país. La firma opera en unas oficinas de 800 m2 y cuenta con una nave en el área del Vallès (Barcelona) que funciona como centro logístico. Cuenta también con una oficina comercial en Oporto (Portugal) a través de una joint-venture con Protao. Por último, Ilpra Systems España también ha abordado inversiones en I+D con 400.000 € desembolsados en 2015 y 300.000 € más en 2016. También ha mejorado su catálogo introduciendo mejoras en sus equipos tradicionales, tales como la extensión de su tecnología de envasado en skin a más modelos de equipos de envasado vertical y la posibilidad de usar films de termoformación decorados en sus líneas.