Buns & Bones, cadena especializada en el segmento street food, inauguraba a finales del pasado año su segunda unidad propia en la capital. Dos años después de la apertura de su primer local (integrado en el Mercado de Antón Martín), los empresarios Juan Carlos Henche y Marco Martínez Jiménez ponían en marcha a finales de noviembre su segundo restaurante muy cerca de la Gran Vía , concretamente en el número 12 de la calle de San Bernardo. La decoración del nuevo local cuenta con un diseño industrial, donde destaca una alargada barra y un reservado para cenas de grupos y fiestas privadas.

La enseña se especializa en carne a la parrilla al carbón vegetal y en bao buns (molletes de harina de trigo al vapor, típicos de los puestos callejeros asiáticos). Su carta es preparada por el cocinero Wilmer Alfonso López, que entre sus novedades, ha añadido a su oferta el área ‘Ni Buns ni Bones’, con una mayor variedad con platos como la ensalada Thai, el Yellowtail Sashimi, la tempura de verduras o los rollitos de Hanoi, entre otros.

Buns & Bones se articula a través de la mercantil homónima, situada en la madrileña calle del Carmen y administrada por Raquel Jiménez Borjabad y el mencionado empresario. Marco Martínez Jiménez cuenta con amplia experiencia en la restauración madrileña, ya que también es propietario en la capital de la 'Terraza Atenas', situada junto a las inmediaciones del Palacio Real, y de la cafetería 'Matute 12' , en la plaza homónima. Este local ocupa una antigua tienda de discos y cuenta con 400 m² de superficie, repartidos en tres espacios diferentes: un restaurante, un bar con una amplia zona de sofás y la zona privada “Le Cabine”. El empresario forma parte de la familia propietaria del fabricante Embutidos La Hoguera, donde aparecía como consejero hasta 2004.