Con una población cada vez más envejecida en todo el mundo, cosas cotidianas como los envases deben ser examinadas para adaptarse a la sociedad actual. No hay duda de que tanto la población española como la europea están envejeciendo. Según datos del INE, en noviembre de 2011 el 17,3% del total de la población española eran personas mayores y, según sus previsiones, en 2051 habrá más de 15 M de personas de 65 años o más, lo que supone un 36,5% del total. Para la industria del packaging, esto supone al mismo tiempo una oportunidad y un desafío. Sabemos que la facilidad de apertura es el problema más importante al que debemos hacer frente, especialmente para afrontar las necesidades de las personas de edad más avanzada, ya que a medida que la población envejece, la decisión de compra de un producto se basa en lo fácil que resulte abrirlo.

En esta línea, diseñar envases que sean fáciles de abrir es una oportunidad para la diferenciación. El reto consiste en combinar esta necesidad con atributos igualmente importantes como son la seguridad de los niños o impedir la manipulación del contenido, y sin embargo las marcas deben centrarse en estas últimas en lugar de optar por la opción fácil de hacer un paquete difícil de abrir.

La lata de toda la vida es el tipo de envase con más posibilidades de causar lesiones y por esa razón Heinz merece un reconocimiento al haber incorporado en sus productos enlatados la anilla superior conocida como abrefácil. En la categoría de bebidas, 'Helicap' de Tetra Pak también merece una mención (consiste en un cierre de rosca de mayor diámetro que funciona con un único gesto y que a su vez es un claro indicador de posibles manipulaciones). En otras palabras, hace más fácil la apertura de los briks a la vez que ayuda aL cartón a competir con el plástico en la categoría de bebidas.

La vida útil del envase es otro aspecto muy importante y considero que influye directamente en su diseño, poniendo especial énfasis en diseños que son fáciles de separar o que utilizan el menor número posible de materiales diferentes. Sabemos que las tasas de reciclaje no son tan buenas como deberían y todo lo que se puede hacer desde el diseño para ayudar a los consumidores a reciclar debería hacerse.

Otras marcas también miran al ciclo de vida del producto y creo que es aquí donde el papel y el cartón tiene varias ventajas en cuanto que se obtienen de forma responsable: generalmente es más ligero, se puede reciclar y es completamente biodegradable. Incluso el cartón, tradicionalmente más difícil de reciclar debido a sus capas laminadas, está viviendo un boom debido a las nuevas funcionalidades y tecnologías. Los fabricantes de papel y cartón también están desarrollando nuevos productos. Es el caso de Asia Pulp & Paper (APP), donde hemos lanzado al mercado recientemente 'Foopak', un cartón diseñado para estar en contacto con los alimentos que no necesita una capa de laminado.

El Libro Dorado del envejecimiento en España, editado por la Fundación Edad & Vida en colaboración con el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, apunta como uno de los seis retos para la industria ante el envejecimiento de la población española "Diseñar envases adaptados para que sean fáciles de abrir, pues a menudo la fuerza física y destreza de las personas mayores para abrir y manipular los cierres de los objetos disminuye". Si nos vamos a un ejemplo concreto, el del subsector de los helados, en septiembre de 2013 la Fundación ONCE y CEPES presentaban un estudio sobre mejoras de los envases de helados para personas mayores o con discapacidad donde entre otras recomendaciones apuntaban que "el diseño debe lograr que el envase explique por sí mismo y de forma clara cómo manipularlo y donde está (de forma visual y táctil) la zona de apertura".

A menudo las soluciones para que el embalaje sea más fácil de usar ya existen, pero hay una falta de voluntad por parte de las marcas para pagar por ellas. Sin embargo, como el mercado más antiguo sigue creciendo, estas marcas se encontrarán con que se quedan en los estantes. Las marcas también deben reconocer que la facilidad de apertura no es sólo un problema de consumo más; todos los consumidores aprecian embalaje mejor diseñado. En los mercados altamente competitivos, donde los productos pueden llegar a ser relativamente homogéneos, un buen diseño de envases es a menudo la diferencia entre una venta o una oportunidad perdida. Los consumidores quieren embalaje mejor diseñado, y son las marcas que siguen invirtiendo e innovando las que tendrán éxito.