Los 50 principales fabricantes de etiquetas y sleeves en España, según datos de PuntoMarket, habrían facturado en 2013 (sólo por este negocio) alrededor de 365 M€, cifra un 4% superior a la obtenida un año antes, lo que refuerza la impresión general de que el sector ha sufrido por la crisis si bien en menor medida que otros, a pesar de su dependencia de la variable del consumo.

Una de las razones sería, según apuntan algunos de los operadores, la actitud en general respetuosa hacia la competencia, sin entrar en una peligrosa guerra de precios. Además, también a diferencia de lo que ha ocurrido en otros sectores de gran consumo, se ha mantenido la actividad inversora, como la mejor forma para reforzarse y, sobre todo, evitar quedarse atrás durante la crisis. hay múltiples ejemplos de esta actitud proactiva, como los de Ovelar, Argraf, Sinel Systems, Karpay o Lappí (líder del sector).

Si volvemos la vista hacia el exterior, las exportaciones de etiquetas en 2013 experimentaron un retroceso de casi el 10%, hasta situarse en poco más de 62 M€, según el ICEX, cifra inferior a la registrada durante los tres años anteriores; a la par que la incidencia de las importanciones en el sector ha ido disminuyendo año tras año, hasta llegar en 2013 casi al equilibrio de la balanza comercial, con 66,68 M€ (-5,2% respecto a un año antes).

En líneas generales, la demanda de materiales para etiquetas autoadhesivas creció en Europa un 1,7%, hasta los 5.780 M m2, si bien estas cifras se refieren a 2012 (últimas disponibles), según datos de la consultora Labels&Labelling facilitados por Finat. En cuanto a 2014, las previsiones del sector apuntan a un leve crecimiento, que será más palpable a partir del segundo semestre de este año, cuando se ha apreciado una dinamización de los pedidos.