La demanda interna está impulsando el crecimiento de la economía española, elemento clave para explicar la previsión de crecimiento en torno al 3% de nuestro país para este año. Precisamente, este mayor consumo interno se debe en parte a que los consumidores tienen más confianza a la hora de comprar. En concreto, este aumento se cifró en tres puntos en el tercer trimestre del año, pasando de 72 a 75, un nivel que no se veía en España desde 2009, tal como indica el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores, elaborado por la consultora Nielsen. Además, la diferencia con Europa se estrecha ya a solo seis puntos.
Uno de los pilares básicos de la confianza a la hora de consumir se encuentra en el empleo. Si bien el último dato de octubre no ha sido bueno, como suele ser habitual en este mes, en los últimos doce meses el paro ha bajado en más de 350.000 personas. En este sentido, poco a poco hay cada vez más españoles que empiezan a ver su futuro laboral con mayor nitidez. Así, uno de cada cuatro afirma tener buenas o excelentes perspectivas de trabajo a corto plazo, un porcentaje que supera en seis puntos al registrado a comienzos de este año en el estudio de Nielsen. Esta progresiva mejora de la confianza en el terreno laboral avanza de forma paralela al propio dato de desempleo del país, que espera cerrar 2015 con una tasa de paro por debajo del 22%, mientras que en 2016 bajará del 20% previsiblemente. No obstante, la seguridad en el trabajo se mantiene como una de las principales preocupaciones para uno de cada tres españoles, mientras que la economía sigue siendo un gran quebradero de cabeza para algo más del 30%, por lo que a pesar de las mejoras económicas los españoles no se relajan y continúan observando con interés la evolución de ambas y la implicación en su día a día.