El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el anteproyecto de ley por el que se deroga la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha que fue aprobada en el año 2003. La citada ley, según la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, era "la más restrictiva de cuantas hay en España y restaba competitividad y rentabilidad al sector vitivinícola".
Además, obligaba a los productores a aportar fondos para la promoción del vino, el denominado "impuesto del vino", y lo que se pretende ahora, ha dicho la consejera, es que tengan libertad para destinar ese dinero a lo que consideren oportuno. Asimismo, ha destacado que con la eliminación de ese impuesto, se mejorará la rentabilidad de los viticultores.