El equipo gestor de Pescanova, encabezado por su presidente, no se resigna a ser relevado por la administración concursal elegida por la CNMV, tal y como acordó en el auto de concurso el juez del juzgado mercantil número 1 de Pontevedra. Frente al nombramiento de Deloitte, considera que la complejidad de gestionar una compañía del tamaño de Pescanova, con presencia internacional en más de 25 países y 160 filiales, así como la necesidad de una gestión especializada, conduce al grupo a la liquidación, con los perjuicios que supone para sus acreedores, accionistas y trabajadores.

En el escrito de 33 páginas, remitido a la CNMV ayer 1 de mayo, festivo en toda España, la compañía solicita al juez que reponga al Consejo de Administración "en sus facultades de administración y gestión" y que nombre un segundo administrador concursal entre los acreedores financieros. Como ejemplo de la parálisis que afecta a la compañía, señala que Deloitte no comenzará a trabajar hasta hoy, 2 de mayo, lo que impide atender a asuntos urgentes. En este sentido, señala la remisión de un comunicado del gerente de Pescachile, en la que se solicita la toma urgente de decisiones respecto a la petición de quiebra de la sociedad por un banco acreedor.

En su escrito, la compañía reconoce por primera vez, que su pasivo asciende a 3.0000 M€, el doble de lo consignado en las últimas cuentas presentadas, entre "pasivo directo, avales y pasivos de otras sociedades del grupo". Explica la diferencia por la adopción de "ciertos criterios contables, que ahora han sido objeto de revisión, por considerarse probablemente inadecuados".