La elaboradora de vinos con DO Toro Bodegas Marqués de Olivara sigue operando con relativa normalidad y se encuentra en la fase de resolución del proceso de liquidación, dentro del concurso de acreedores en el que se encuentra desde mediados de 2011. Los administradores concursales siguen buscando compradores que garanticen su continuidad . Como se recordará, la bodega utilizaba la red comercial de la extinta Grupo Garvey, pero al pasar éste en situación concursal asumió la gestión directamente desde febrero de 2012. Esta circunstancia, unida a la crisis económica generalizada, ha hecho que la bodega rebaje su volumen de ventas un 20% hasta las 400.000 botellas.
La zamorana cuenta con una superficie total de más de 25.000 m2, de los cuales 7.200 m2 están construidos, 70 ha de viñedo en propiedad y tiene capacidad para unas 500.000 botellas anuales. La empresa, que cuenta actualmente con siete empleados, factura unos 800.000 € anuales . En una valoración incial tras declararse en concurso la bodega tenía un activo de 5,14 M€ y un pasivo de 2,77M€.
Condena a los Ruiz-Mateos
En dicho concurso, los hermanos Pablo y Alfonso Ruiz-Mateos han sido condenados culpables por el juez de lo Mercantil que lo instruye, ya que figuraban como administradores solidarios de la bodega. El magistrado cuantifica la responsabilidad concursal de ambos en solo 565.974 € detraídos porque «no puede concluirse que la conducta de los administradores haya agravado la situación de insolvencia de la misma en una cantidad superior». Y añade que la insolvencia del cliente único de la bodega, Complejo Bodeguero Bellavista, también en concurso, fue el principal motivo de la mala situación económica de la bodega toresana. En su fallo, dictado a finales de septiembre, también les condena a cinco años de inhabilitación para administrar sociedades o bienes propios o ajenos.







