La Asamblea General de Fedejerez, organización empresarial que representa el 90% de los bodegueros del Marco de Jerez, ha decidido por unanimidad crear una comisión delegada formada por Angel Lebrero de Beam Global, Ignacio Osborne de Bodegas Osborne y Francisco Requejo de Bodegas Sánchez Romate.

El nuevo órgano, viene a reforzar el organigrama de funcionamiento, que reside en la comisión ejecutiva y el director general, y supone un paso más en la implicación de las empresas en los principales asuntos del sector.

Dicha comisión va a actuar como órgano delegado de la comisión ejecutiva de la Federación, asumiendo las funciones de la presidencia, que hasta ahora recaía de forma rotatoría en una sola empresa (la última fue la de González Byass).

Además de las tres bodegas elegidas, las empresas Hidalgo La Gitana, Delgado Zuleta y Bodegas Paez Morilla prestarán su colaboración en todos aquellos asuntos de especial interés para la D.O Manzanilla Sanlúcar de Barrameda y D.O Vinagre de Jerez, respectivamente, también representadas en Fedejerez.

Un momento crítico

Este cambio se produce en un punto de inflexión para el sector que atraviesa una fuerte crisis por los excedentes acumulados, al a que se suma la reciente investigación abierta por la Comisión del Mercado de Valores a una decena de bodegas por aprobar y aplicar diversos acuerdos basados en cupos sobre ventas, entre las cuales al parecer una de ellas ha decidido 'colaborar' para obtener un trato de favor, lo cual ha incrementado el malestar en la patronal.

En cuanto a los excedentes, el sector ha pedido ayuda urgente a las administraciones públicas para que inyecten capital en el Marco, ya que a dos meses del inicio de la vendimia, los caldos almacenados (unas 260.000 botas) superan a las ventas previstas en dos años y medio, lo que devalúa el producto. En concreto las ayudas solicitadas ascienden a unos 32 M€.

En 2008 las ventas de vinos de Jerez cayeron un 8,4% hasta un total de 50,5 Ml, mientras que las de brandy de Jerez lo hicieron un 5,9%, en ambos casos especialmente por el descenso de las exportaciones. Tampoco el vinagre de Jerez se salvó de esta crisis y tras el auge vivido en los últimos años su consumo cayó un 2% el año pasado.