Las ventas de champagne se situaron en 307,1 M de botellas en 2014 (+0,7%), según datos del CIVC (Comité Interprofessionnel du Vin de Champagne), mientras que las estadísticas del Consejo Regulador señalan que la DO Cava creció ese mismo año un 0,4% y se mantuvo en el entorno de los 242 M de botellas. El 36% del total se quedó en España, con 87,58 M de botellas, lo que supone la cifra más alta desde 2010. Si bien el mercado nacional creció un 7,5%, las exportaciones en cambio descendieron un 3,3%, hasta los 154,71 M.
Según el Magrama, el consumo en alimentación de vinos espumosos se situó en 24,39 Ml en 2014 (el 98,7% cava), por un valor de 121,71 M€ (el 99,6%). Si descendemos hasta los datos de la distribución organizada (elaborados por IRI), en el periodo de 52 semanas concluido en agosto de 2015, el cava dominó los lineales (con más del 90% del volumen), si bien bajó un punto porcentual, que fue a parar a la categoría de otros espumosos, que a cambio elevó su cuota hasta el 7,7%.
La atracción de los frizzantes
En el ranking elaborado por Alimarket Gran Consumo, que incluye a 50 operadores con volúmenes por encima de las 100.000 botellas anuales, se aprecia un incremento del 1,2%, con Freixenet defendiendo su liderazgo, seguido de Codorníu. Ambos grupos catalanes se han sumado a la tendencia de vinos espumosos de baja graduación, afrutados y dirigidos especialmente a un público joven: el primero, con el lanzamiento de ‘Mía’, y el segundo, con el nuevo ‘Codornew'. Junto a estos frizzantes, se han presentado este mismo año ‘Barbadillo Vi’, de Bodegas Barbadillo; ‘Frissé’, una “sparkling sangría”, del grupo Félix Solís; ‘Win 5.0’, de Matarromera; ‘Bornos Frizzante Verdejo’, del grupo Taninia; y ‘Vis a Vis’, de Bodegas el Inicio. Si bien otras compañías ya disponían de productos de este estilo, como J. García Carrión (‘Vegaverde’), Copaboca (‘Secret Moment, ‘On Energy Wine’, ‘On Wine Connection’ y ‘Fuente Amor’), Diez Siglos de Verdejo (‘Canto 5’); Vicente Gandía Pla (‘Sandara Sparkling’) y Tavasa (cócteles de espumoso y frutas ‘Platinvm’), entre otras.
Es un hecho que los productores, al igual que ha ocurrido en otros sectores, como sidras y cervezas, están apostando por atraer a nuevos consumidores a través bebidas con un contenido alcohólico más bajo y un sabor más afrutado (o incluso directamente combinados con frutas), en gran medida seducidos por el éxito comercial de los espumantes y frizzantes italianos.
