La riojana Bodegas Baigorri, propiedad de Pedro Martínez, ha entrado en la DO Rías Baixas con la compra de la bodega pontevedresa Granbazán, de Vilanova de Arousa. Esta última formaba parte de Agro de Bazán, compañía de la familia Otero Candeira en la que además de ésta se integraba la bodega Más de Bazán, de Requena (Valencia).

Granbazán comercializa anualmente en torno a 500.000 botellas de vino con DO Rías Baixas, alrededor del 25% para los mercados exteriores, y dispone de 15 ha de viñedo propio y otras 45 ha controladas. Su matriz Agro de Bazán facturó en 2015, último ejercicio con datos de registro, en torno a 1,51 M€, casi un 12% por encima del año anterior, algo más del 10% procedente de exportaciones.

Por su parte, Bodegas Baigorri, que de momento no ha aclarado si la bodega adquirida operará de forma independiente o será absorbida por su matriz, comercializa anualmente unas 450.000 botellas de vino con DOC Rioja. En su caso, el volumen de negocio alcanzado en 2016 fue de 3,5 M€ (un 18% más que un año antes), con 1,25 M obtenidos en los mercados internacionales (casi el 65% con destino a países europeos y el resto a Asia, América e incluso Australia). En cuanto a sus resultados, continúan en negativo si bien en 2016 las pérdidas netas se redujeron de -610.000 € en 2015 a -260.000 € en el último año.

La bodega alavesa, situada en la localidad de Samaniego, dispone de 25 ha propias y 100 controladas, capacidad para elaborar 800.000 l y para almacenar 500.000 l y un parque de 3.000 barricas, además de 23 trabajadores en plantilla.

Desarrollo del enoturismo

Baigorri ha querido destacar las oportunidades en materia de enoturismo que ofrece la bodega Granbazán, situada en el entorno de la Isla de Arosa y de una de las rutas del Camino de Santiago. Ambas bodegas disponen además de edificios emblemáticos: "Bodegas Baigorri es un referente mundial al orientar su arquitectura al servicio del proceso de elaboración del vino por gravedad, y Granbazán es un edificio con una marcada influencia de Château francés, cubierta de azulejos azules, haciendo un guiño a las casas indianas gallegas".

El proyecto de enoturismo de Baigorri, diseñado desde la propia inauguración de la bodega, dispone de un "espectacular mirador acristalado con vistas a un mar de viñedos y con una visión privilegiada de la sierra de Cantabria", donde "el visitante puede contemplar desde cualquier punto, de forma didáctica, cómo se desarrolla el proceso de elaboración del vino por gravedad y, al terminar la visita guiada, disfrutar de un menú degustación con productos de la tierra, maridado con sus vinos en el restaurante situado en la sexta planta subterránea, con vistas a los viñedos y a la sala de barricas".