Erlenbacher, la división de repostería congelada de Grupo Nestlé, propone de cara a esta Navidad su pastel de mazapán con acabado "swavory", la tendencia que consiste en mezclar sabores dulces y salados. Es el consejo de acabado invernal de Erlenbacher de la mano de Max Feber, cocinero profesional y estilista culinario. El pastel de mazapán es todo un clásico, elaborado sobre una crujiente base de pasta brisa que soporta dos capas de masa de muffin, mazapán y nata de nueces, decorado con rosetas de nata y rayas oscuras, además de almendras picadas en los bordes.
La propuesta de Max Feber incluye acompañar el pastel con una compota de calabaza y manzana con anís estrellado, canela y clavo, que acompaña con grosellas rojas cubiertas por una capa de azúcar extrafino, como si se tratase de nieve. La parte "swavory" la ponen unos trocitos de crocanti de almendra salada. Este toque salado resulta un contraste interesante a la dulzura del pastel.