Según el último informe de la organización de Cerveceros de Europasobre el comportamiento del sector en 2017, se desprende que la producción de cerveza aumentó en 200 Ml hasta rozar los 39.700 Ml y las exportaciones alcanzaron un máximo histórico, absorbiendo casi el 22% de la producción. Es decir, una de cada cinco cervezas que se elaboran en Europa se envía al extranjero, y de ese porcentaje un tercio a países fuera de la UE. Las cervecerías alemanas y belgas exportaron la mayor cantidad fuera de sus países, con 1.500 Ml en cada caso.

Con una producción de 9.300 Ml, Alemania fue el principal productor, seguido por Reino Unido y Polonia, ambos con unos 4.000 Ml, y España en cuarto lugar, con 3.762 Ml (tercer país en términos de consumo). En comparación con 2016, Portugal registró el mayor incremento en la producción, un 8%, seguida por Italia (+7%), Eslovaquia y el Reino Unido (ambos con un +6%).

También señala el informe que el número de cervecerías activas aumentó en casi 1.000 ud el año pasado hasta las casi 9.500 actuales en la UE. En los últimos diez años, ha habido un aumento de alrededor de 6.000 fábricas. Del total, alrededor de tres cuartos son microcervecerías y pymes, que conducen a una diversidad cada vez mayor para los consumidores europeos. Con 2.430 fábricas de cerveza, el Reino Unido tiene el mayor número de plantas de cerveza en la UE, seguido de Alemania (1.492), Francia (1.100), Italia (868) y España (521).

A lo largo de la cadena de valor, las 9.500 fábricas de cerveza operativas generan unos 2,3 M de empleos. Los gobiernos de la UE recaudan cerca de 42.000 M€ en ingresos fiscales generados por la elaboración de cerveza, incluidos 10.900 M€ en impuestos especiales. De ese modo, el sector cervecero inyecta 50.000 M€en la economía europea en general, el equivalente del PIB de Luxemburgo.