La industria alimentaria cerrará 2020 con un retroceso de su producción del 3,6%, según el pronóstico de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab). Serán 3.680 M€ menos que en 2019, principalmente por los cierres en hostelería y la caída de las exportaciones a la UE.
En concreto, el estudio elaborado por Fiab y el Instituto de Estudios Económicos prevé un descenso de las ventas fuera del hogar del 56%, mientras que la producción destinada a hogares crecerá un 12%, con lo que el saldo es negativo en más de 4.600 M€. Tampoco el mercado exterior consigue compensar el descenso provocado por las restricciones al consumo fuera del hogar originadas por la pandemia.
Las ventas a China, principalmente de carne de porcino, impulsarán las exportaciones a cierre de año un 2,6%. Sin embargo, las ventas a los países de la UE, los principales socios comerciales de España, se reducirán un 1,1% a causa de la pandemia. El saldo comercial, en todo caso, se ampliará favorecido por un importante descenso de las importaciones.
La primera consecuencia de este mal año ha sido el cierre de 1.800 empresas (el 6,8%) entre febrero y octubre. "El retroceso en la producción supone un importante revés para la competitividad de la industria, especialmente para las empresas de alimentación y bebidas de pequeño tamaño, orientadas principalmente al mercado local y regional”, asegura Mauricio García de Quevedo, director general de Fiab.
En el contexto europeo. la industria española ha sido una de las más afectadas, doblemente impactada por la cuota que la alimentación fuera del hogar tenía antes del estallido del Covid-19 y por el peso del turismo en nuestra economía. Sólo Portugal y Bélgica presentan peores números que España, las tres muy por encima de la media de la Unión Europea.
Medidas para la recuperación
Fiab reconoce el impacto positivo que han tenido en su sector tanto los Erte como las ayudas Ico. Durante los meses de abril y mayo se alcanzó el mayor número de trabajadores del sector acogidos a un Erte, con un máximo de 45.800, lo que se traduce en un descenso interanual del 15% en términos de afiliación. Desde entonces el sector ha ido recuperando empleo, de manera que en octubre sólo el 2,6% de los trabajadores del sector se encontraban en situación de Erte.
En cuanto a los avales Ico, 10.129 empresas del sector han recurrido a esta fórmula de financiación, con 5.218 M€ otorgados. La utilización de estas líneas de financiación arroja un impacto directo sobre el valor añadido bruto de 2.081 M€ y un efecto directo positivo sobre el empleo de aproximadamente 35.000 puestos de trabajo.
Fiab solicita ahora nuevas medidas que permitan la recuperación del sector, como financiación para el diferimiento, minoración y aplazamiento de impuestos y cuotas sociales; la flexibilización y prórroga de los Erte; la incentivación de la demanda, descartando aquellos impuestos que penalicen el consumo; la promoción interor y exterior; el apoyo a la internacionalización, en especial de las pyme; y el impulso a la digitalización para acceder a nuevos mercados y canales.
