El sector de la conserva ha sido uno de los beneficiados por la pandemia. Tal y como se incluirá en el Informe 2021 del sector de conservas de pescado y marisco, que verá la luz en el próximo número de febrero, el confinamiento y el cierre de la hostelería disparó la venta de conservas de pescado y mariscos, especialmente, en el primer semestre del año y, aunque, en los últimos meses el consumo se ha estabilizado, el sector ha logrado cerrar 2020 con los mejores números de su historia, tanto en producción como en ventas internas y exportación. Juan Manuel Vieites, secretario general de la patronal Anfaco-Cecopesca valora para Alimarket el último ejercicio de la industria conservera y los cambios que se están registrando en los hábitos de consumo de la población y avanza los principales retos del sector, vinculados principalmente a avanzar en la internacionalización del sector, abordar el salto tecnológico e industrial y contribuir a la sostenibilidad de la actividad.

Alimarket: ¿Qué balance hace de este 2020 para la industria conservera?

Juan Manuel Vieites: La pandemia ocasionada por la Covid-19 ha sido el factor crítico del 2020. Suele ser arriesgado realizar valoraciones medias, cuando ha habido empresas que por su alta dependencia del canal horeca se han visto muy perjudicadas, incluso llegando a la celebración de Ertes, mientras otras han conseguido posicionarse en los hogares españoles motivado por las restricciones de movilidad y promovido por el efecto alacena vacía. El consumidor buscó refugió en nuestro producto, consciente de la seguridad que una conserva aporta, junto a su calidad nutricional y versatilidad. En cualquier caso, el sector ha resistido y continuado sirviendo alimentos a la población En términos económicos, ha habido un ligero incremento en términos de facturación (+4,8%), pero éstos han tenido su contrapartida en los mayores gastos incurridos por la difícil logística, medidas de distanciamiento, EPIs, etc. que mermaron la eficiencia. Lo que sí me gustaría destacar ha sido la extraordinaria labor de todas las personas trabajadoras, que mostraron una voluntad firme ante la adversidad y mantuvieron su confianza en la gestión empresarial ante tal difícil situación, siendo conscientes de que somos un sector esencial, y de que no podía parar. Solo por esta cuestión, el balance es satisfactorio, pues deberá reivindicarse a futuro ante la Administración y sociedad, siendo un apoyo de la soberanía alimentaria de la sociedad ante una crisis y, por tanto, un sector a defender.

A: ¿Cómo ha afectado la crisis del Covid-19 a la industria conservera a todos los niveles: productivo, de empleo, de abastecimiento de materias primas, desarrollo del e-commerce, etc.?

J.M.V.: A nivel productivo las medidas han sido muy importantes, implantándose medidas de prevención desde el minuto cero: distanciando los puestos de trabajo, escalando las entradas y salidas de todas las personas, instalando controles de temperatura en los accesos, intensificando la higiene de las instalaciones, aportando mascarillas y geles hidroalcohólicos, desplegando comités que evalúan la situación cada día, etc. de igual modo, el personal de compras tuvo que reinventarse ante las fluctuaciones en los orígenes y cambios continuos de rutas logísticas, hecho que fue amortiguado por una adecuada previsión en el primer trimestre de 2020 cuando se empezaron a apreciar los primeros signos de alarma en Italia. En términos de empleo, se aumentaron los turnos de trabajo, lo cual, mediante una adecuada organización, permitió mantener el empleo, mientras se daba servicio a los clientes. Respecto los flujos comerciales, las dificultades en exportación fueron acusadas en los primeros meses, con cierres de frontera y controles a los transportistas que convertían en una suerte la fecha y hora de llegada a destino.

En relación con el desarrollo del comercio electrónico, este canal se presenta como una oportunidad para la industria transformadora de conservas de pescado y marisco. En este año ha experimentado un importante crecimiento, que han provocado que se incorporen nuevos consumidores a este canal. Según los últimos datos del MAPA en relación con el consumo en los hogares españoles en el primer semestre de 2020 la compra a través de internet se incrementó más de un 50% tanto en volumen como en valor. El sector debe aprovechar esta tendencia con iniciativas hacia la digitalización.

A: Hablaba antes del trasvase del consumo en hostelería al hogar. ¿Qué ha supuesto para el sector el cierre de la hostelería?

J.M.V: Para este análisis debemos diferenciar aquellas empresas con una fuerte dependencia de este canal, de empresas que también venden a través de este canal, pero cuyo principal canal es el gran consumo. Aquellas empresas que tenían una dependencia alta del canal horeca se han visto muy perjudicadas, incluso llegando a la celebración de Ertes en los momentos más duros de la pandemia. Estas empresas han tenido que reinventarse para reducir los enormes efectos negativos en su facturación, por ejemplo, trabajar en otros canales donde no estaban presentes; acelerar su actividad exportadora y/o poniendo en marcha la venta por internet, llegando de esta forma directamente al consumidor. Esperamos que a medida que se vuelva a la tan ansiada normalidad, este canal pueda recuperarse.

A: ¿Se han notado cambios en las tendencias de consumo de conservas de la población?

J.M.V.: Esta pandemia ha reforzado la preocupación por la salud, tendencia que ya venía creciendo fuerte. Las conservas de pescado y marisco responden por sus características a este driver de consumo, ofreciendo al consumidor un alimento de calidad con un importante valor nutricional que encaja perfectamente en una dieta equilibrada. No obstante, estamos en un entorno de crisis, nos espera una época dura, con incremento del desempleo, por lo que el consumidor podrá volverse más racional y el factor precio volver a ser relevante en la decisión de compra. A este respecto, las empresas deben seguir apostando por la innovación e invertir en publicidad y comunicación al objeto de trasmitir las ventajas de las conservas de pescado y marisco, así como su versatilidad en la cocina, encajando perfectamente como ingrediente en platos fáciles de preparar. En esta época el consumidor ha apreciado más la conserva y sus posibilidades. Como decíamos, se han aumentado los momentos de consumo en el hogar y se han incorporado nuevos consumidores. Nuestra industria debe seguir trabajando en reforzar su posicionamiento en base a calidad, salud, seguridad y versatilidad.

A: La industria vio incrementada notablemente su actividad en un corto espacio de tiempo y se pudo responder a esta demanda demostrando una gran flexibilidad logística y productiva. ¿Cree que el Covid-19 servirá como revulsivo para acelerar el proceso de modernización de la industria?

J.M.V.: Sin lugar a dudas, de cada crisis surgen oportunidades para aquellos con visión, esfuerzo y humildad. Las empresas conserveras ya habían constatado la necesidad de digitalizarse antes de la pandemia, con inversiones en eliminación de registros en papel, optimización de procesos mediante la parametrización de materia prima, mejora del control de indicadores y flujos internos, etc. Es decir, existían inversiones en Iot, informática, automatización, buscando la competitividad y futura aplicación de Inteligencia artificial. Si bien en las plantas de transformación esto era una tendencia, toda la sociedad ha tenido que aprovechar la conectividad para aprender nuevas formas de interactuar y trabajar, que nos ha permitido experimentar los beneficios de este tipo de medios. Mi pregunta es la siguiente, una vez consigamos doblegar al virus, ¿habremos aprendido a ser más productivos hibridando la tecnología en nuestra forma de trabajar? Sin lugar a dudas, la reducción de desplazamientos y dinámicas de colaboración mediante plataformas digitales, bien empleadas, aumentarán la productividad y reducirán costes. Es momento de aprender y buscar oportunidades.

A: A pesar de este proceso de modernización, sigue habiendo una gran cantidad de empresas de pequeño tamaño y una gestión muy tradicional. ¿Puede suponer esto un freno a su competitividad, especialmente a nivel internacional?

J..M.V.: Que una conservera elabore un producto diferenciado, focalizado a nichos de mercado, con un fuerte arraigo en las tradiciones que le han permitido continuar operando, no implica que su sistema de gestión también lo sea. Al igual que sucede en otros sectores, las empresas de menor tamaño poseen una flexibilidad y adaptación enorme, pudiendo valorizar sus productos exclusivos, mediante la búsqueda del máximo valor añadido para sus clientes, alcanzando una conserva reconocida y admirada. Desde Anfaco-Cecopesca promovemos en todas las empresas asociadas la transición digital, asegurando con ello que puedan aprovechar al máximo sus beneficios, y esperando que los fondos NEXT Generation EU, sirvan como revulsivo que termine por implantar definitivamente sistemas de gestión 4.0 integrales.

A: La sostenibilidad es uno de sus ejes estratégicos de desarrollo del sector. De hecho, desde Anfaco, acaban de presentar su estrategia de Valor Compartido en el que unen todas las acciones concretas relativas a esta cuestión. ¿Qué valor tiene para el sector esta apuesta por la sostenibilidad?

J.M.V.: Nuestra estrategia de Valor Compartido nace por la voluntad de mostrar nuestra contribución al desarrollo sostenible y su medición de impacto, junto a los ODS de Naciones Unidas, y proyectarla hacia la sociedad como palanca de gobierno. Se desea apostar por un cambio sistémico, que permita contribuir a resolver con la propia actividad empresarial los problemas medioambientales, económicos y sociales, con el fin de crear estructuras justas y sostenibles en el tiempo.

Una empresa del complejo mar-industria concibe la sostenibilidad como un pilar imprescindible, pues vivimos de lo que la naturaleza, en este caso el mar, nos aporta. Ha sido una experiencia muy satisfactoria validar que Anfaco-Cecopesca y sus empresas asociadas llevan décadas siendo generosas en sus acciones, siendo capaces de identificar aportaciones directas sobre 15 de los 17 ODS. Además, elaboramos una estrategia de Valor Compartido a 10 años vista, acción pionera en el complejo mar-industria. Es un orgullo contar con un tejido empresarial tan concienciado y comprometido con el desarrollo sostenible, citando proyectos de I+D+i, generación de empleo de calidad, apoyo a las comunidades, implantación de medidas de valorización y energía renovable, aportando a la sociedad productos saludables, etc.

A: ¿Cuáles son las principales actuaciones que está realizando el sector en materia de sostenibilidad?

J.M.V.: Ahora que está de moda la Economía Circular, es preciso recordar que el sector conservero ha apostado desde hace décadas por la fabricación de aceites y harinas de pescado, precisamente valorizando los subproductos de procesado. De igual modo, se apoyaron iniciativas que pretendían valorizar la concha de mejillón, así como se invirtió en mejorar la eficiencia en el uso de recursos, tanto energéticos como de aguas, en la instalación de equipos de cogeneración, o empleando combustibles más sostenibles, entre otros. Actualmente mediante la I+D+i se desarrollan nuevos proyectos que buscan obtener colágeno o calcio, por ejemplo, así como mediante un comercio responsable y cumpliendo con la normativa se lucha contra la pesca INDNR, para el futuro saludable de nuestros océanos. Finalmente, mencionar que se trabaja en la mejora del envasado, el reciclaje de los mismos, señalando que el envase metálico ligero se recicla, siendo ya una realidad que a veces pasa desapercibida.

A: Vinculado a la sostenibilidad está precisamente los problemas relacionados con las materias primas, principalmente, con el atún. ¿Qué actuaciones está realizando la industria para asegurarse el abastecimiento de atún en condiciones favorables?

J.M.V.: Cómo decía antes, nuestra industria, como parte destacada de la cadena de valor de la pesca, es consciente de la importancia de la sostenibilidad y está fuertemente comprometida con ella, con el fin de asegurar la disponibilidad futura de alimentos procedentes del mar. Conscientes de la importancia de integrar en el modelo de negocio los aspectos de sostenibilidad, las empresas de la industria de conservas de pescado y marisco desarrollan su actividad en base a los estándares más avanzados en ámbitos como la calidad, seguridad alimentaria y trazabilidad, la responsabilidad medioambiental y el cumplimiento de las normas que aseguran una pesca y un comercio sostenible y responsable. Pero su actividad no se circunscribe únicamente al cumplimiento escrupuloso de la normativa, sino también a la asunción de compromisos y desarrollo de actuaciones en el ámbito de la sostenibilidad. En nuestra estrategia logística de aprovisionamiento, tenemos en consideración estos factores, así como mecanismos de flexibilidad ante fluctuaciones de origen por la inherente variabilidad de un recurso vivo como es el atún, que es altamente migratorio. El enemigo numero uno de la industria europea es la pesca INDNR que puede terminar en el mercado de la UE cuando se importan conservas desde terceros países, y que supone una competencia desleal. Recordemos que más de un 50% del consumo de conservas de atún de la UE provienen de terceros países. La industria comunitaria de conserva de atún está en condiciones de ser altamente competitiva siempre y cuando exista un level playing field, que no es otra cosa que el cumplimiento de la normativa por todos los operadores que comercialicen sus productos en la UE, sean o no europeos.

A: Uno de los puntos fuertes para el sector es su fortaleza internacional. En el horizonte está cómo evolucionará la relación con el Reino Unido tras el Brexit y los posibles acuerdos de la UE para el libre comercio con países del Sudeste Asiático. ¿Cómo podrían afectar ambos al sector? ¿Qué medidas se están adoptando para minimizar su impacto?

J.M.V.: Nuestro tejido industrial compite en un mercado global, por lo que la Política comercial de la UE debe tener como prioridad la consolidación de una base industrial fuerte en la UE, que permita y garantice a nuestras empresas desarrollar su actividad en el mercado internacional de manera sostenible, generando empleo y crecimiento. La necesidad de contar con mecanismos efectivos de vigilancia y control para garantizar el level playing field a todos los operadores del sector es vital para no colocar al sector en una posición de desventaja competitiva frente a competidores que no respeten las normas. En relación con el Sudeste Asiático, principales competidores de la industria conservera española, en especial, en el sector de las conservas de atún, la UE debe apostar por Acuerdos equilibrados que tengan en cuenta la sensibilidad de este producto para nuestro tejido industrial, que solamente abastece un 46% del mercado europeo. Vemos con preocupación acuerdos con esta zona que incluyan a la conserva de atún. Esta preocupación se basa en la no existencia de un verdadero level playing field que garantice que nuestra industria compite en igualdad de condiciones.

Con respecto al Reino Unido, su cambio de estatus, siendo ahora un tercer país cuya relación con la UE se basa ahora en un acuerdo comercial, podría afectar los flujos comerciales tradicionales. El objetivo de nuestra industria es, como mínimo, mantener nuestro posicionamiento en este mercado, que se encuentra entre los diez primeros destinos de nuestras exportaciones, llegando a alcanzar el 4º puesto.

A: Qué previsiones de crecimiento para el ámbito internacional tiene el sector a corto/medio plazo? ¿Qué mercados tienen un mayor potencial para el sector?

J.M.V.: Las exportaciones españolas de conservas y preparados de pescado y marisco han tenido una tendencia creciente en los últimos años hasta alcanzar un valor de exportación de alrededor de 1.000 millones de euros en 2019, lo que supone un incremento en valor de un 39% en los últimos cinco años. Los últimos datos disponibles que abarcan los diez primeros meses del año 2020, muestran una continuación en la tendencia positiva, ya que se observa un incremento en las exportaciones de estos productos a doble digito, un 16% en volumen y 13% en valor con respecto al mismo periodo del año 2019.

Este año 2021, la internacionalización continuará siendo un pilar estratégico y una de las vías más acertadas para crecer y poder seguir avanzando en el sector. Esperamos que el impacto de la pandemia en cuestiones logísticas no afecte en gran medida a nuestra industria. De este modo, y con nuestra visión de ser siempre optimistas, esperamos que este año podamos seguir hablando de un continuo crecimiento sostenido de un sector que es líder mundial en producción y exportación de conservas de pescado y marisco.

Asimismo, en cuanto a los mercados que tienen un mayor potencial, cabe mencionar que el objetivo estratégico del sector es consolidar e incrementar la presencia de las empresas del sector en mercados exteriores; por una parte, consolidando la presencia de los productos de la pesca, la acuicultura y sus transformados en sus principales mercados de la UE, como Italia, Francia y Portugal, e incrementar la presencia en otros mercados como pueden ser Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Polonia… Por otra parte, potenciar la presencia en aquellos mercados objetivo, como EE.UU., China, Japón, Latinoamérica,…), así como en mercados India, Países Árabes, en especial el Norte de África…

A: ¿Qué perspectivas tiene el sector para 2021?

J.M.V: Miramos al 2021 con optimismo, conscientes de que con esfuerzo e ilusión conseguiremos continuar remando en la dirección adecuada y mantenernos unidos para conservar lo que más importa.