Clavo Food Factory, especialista en precocinados congelados, ha adquirido una nueva fábrica en Reinosa (Cantabria). El proyecto cuenta con una inversión de 5 M€ para los próximos cuatro años, a los que podría contribuir el Gobierno de Cantabria con ayudas específicas para su desarrollo.

Se trata de la compra de una antigua conservera ya cerrada de 5.600 m² construidos en el polígono de la Vega, sobre la que se está empezando a trabajar para poder adaptar la actividad de Clavo Food a las instalaciones. Las previsiones de la compañía pasan por poner en marcha la nueva fábrica a finales de 2022 o principios de 2023 y contará con una plantilla aproximada de 200 trabajadores procedentes principalmente de la región.

Esta inversión responde a dos objetivos. Por un lado, debido a su ubicación, la fábrica se convierte en un punto logístico clave para la zona norte en lo que se refiere a la distribución. Por otro lado, se persigue aumentar la capacidad de producción y se prevé un total de 600 t al mes, aunque todavía está por determinar qué tipo de productos y gamas se producirán en el nuevo centro.

Con esta, ya son 3 las fábricas que conforman la compañía. La fábrica de Caldas de Reis (Pontevedra) es la más antigua y está especializada en elaborados y productos del mar (filetes de pescado, preparados de paella y pre-fritos, entre otros), con 6.000 m² construidos y capacidad para 10.000 t/año. La segunda fábrica está ubicada en Tordesillas (Valladolid), de 5.200 m² cubiertos y capacidad para 8.000 t/año. Entre estas dos fábricas y los servicios centrales la plantilla asciende a más de 400 personas, que superará las 600 una vez entre en funcionamiento la de Reinosa.

Clavo Food Factory facturó 50 M€ en 2021, recuperándose así del descenso de 13 M€ registrado en 2020 y superando la cifra prepandemia de 45 M. El pasado año comercializó 14.000 t entre productos congelados, refrigerados y productos de quinta gama, todos ellos dirigidos principalmente al canal Horeca.