Una semana antes de la compra de ‘Mocay’, Leche Pascual anunciaba el acuerdo alcanzado por Kellogg España por el que ponía a disposición de esta última su red comercial propia, estructurada en torno a 20 delegaciones y unos 350 distribuidores que, a partir de ahora, comercializan los cereales y barritas de la líder del sector en los canales de alimentación tradicional y hostelería a nivel nacional.

La alianza se enmarca dentro del afán de Pascual por rentabilizar sus puntos fuertes y sigue la pauta del acuerdo alcanzado con Heinz Ibérica en 2009. En ese momento, la firma se mostraba abierta a establecer uniones de similares características, siempre y cuando su partner tuviese vocación marquista y existiesen sinergias entre ambos. Marcas potentes que la burgalesa ofrece al restaurador como complemento a su catálogo, exprimiendo así las posibilidades que le ofrece su fuerza de ventas. En los últimos meses, se han producido ejemplos similares encaminados a permitir el acceso a marcas líderes por parte de unos y a un nutrido grupo de establecimientos ya asentados comercialmente, por parte de otros. Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) comercializa desde primeros de año los aceites y arroces de Sos y el grupo cervecero Mahou-San Miguel hace lo propio con los cafés ‘Marcilla’.

Volviendo al acuerdo más reciente, el tándem con Kellogg contempla la comercialización por parte de Pascual de los formatos retail ‘bag pack’ y ‘portion back’ de cereales y los formatos impulso de las barritas ‘Kellogg’s’. El grupo burgalés incorpora a su catálogo la marca líder en cereales para desayuno, contando para ello con el ‘know how’ de su propietaria, mientras ésta última posiciona su oferta en un importante número de establecimientos. Pero además, el catálogo de Kellogg está disponible desde ya en internet en la página de Clienline, filial de Leche Pascual orientada a la hostelería y encargada de distribuir tanto referencias propias como de terceros.

Como se recordará, Leche Pascual dejó de elaborar cereales en 2006, fecha en la que cedió en régimen de alquiler su planta de Valladolid a la empresa Seda Solubles. Ahora bien, continuó comercializando alguna referencia con su propia marca -con una cuota marginal dentro del mercado- en virtud del contrato con esta última, por el que se establecía un porcentaje de la producción destinado al envasado de productos con marca ‘Pascua