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La producción de conservas de pescado cayó un 7,6% en 2022

La caída del consumo interno y las exportaciones lastraron la actividad industrial del sector por segundo año consecutivo

La producción de conservas de pescado cayó un 7,6% en 2022

El sector conservero cerró 2022 con una caída en el volumen de producción del 7,6%, sumando de esta forma dos ejercicios en descenso. En total, la producción de conservas de pescado y marisco durante el pasado curso fue de 305.403 t, frente a los 330.429 t de 2021. En valor, por contra, el crecimiento fue del 5,7% hasta los 1.744,95 M€, a causa del incremento de precios, tal y como ha dado a conocer Roberto Alonso, secretario general de Anfaco Cecopesca, durante la presentación de la memoria del ejercicio 2022 del complejo mar-industria.

Por categorías, destacó el descenso de la producción de atún y atún claro (-7%), que sigue siendo el motor del mercado, representando el 70% del mercado. Las navajas (-41,1%), los berberechos (-24,4%), los mejillones (-25,5%) y el pulpo (-15,4%) sufrieron los retrocesos más significativos, siendo especialmente relevante el caso de los mejillones a causa de la falta de piezas de tamaño mediano y grande, las empleadas por la industria transformador, un problema de abastecimiento que, en opinión de Alonso “hace que se pierda el valor añadido de la cadena”.

Tal y como ya se apuntaba en el Informe 2023 del sector de conservas de pescado y marisco en España, publicado por Alimarket, detrás de este dato de producción se encuentra por un lado, las existencias de stocks disponibles tras el crecimiento de la actividad durante la pandemia, pero, sobre todo, una importante reducción del consumo interno y de las exportaciones. De acuerdo a los datos facilitados por la agrupación empresarial, el consumo de conservas cayó un 8,5% en el pasado ejercicio, en el acumulado a noviembre y según datos del Mapa. Detrás de los datos relativos al consumo, desde Anfaco se alude a la inflación como principal causante de esta evolución, que podría seguir en este 2023, a tenor de los descensos recogidos también en enero y febrero, lo que terminará por afectar también al nivel de producción del ejercicio. En cuanto a productos, es relevante el descenso del consumo de túnidos, mejillones, berberechos y anchoas, aunque esto es “lógico” en palabra de Alonso ya que en el contexto socio económico actual el consumo se traslada a productos más básicos. En cuanto a los mejillones, la escasez de materia prima se encuentra como una de las principales causas, dado que hace que suba el precio del producto.

Por su parte, las exportaciones cedieron un 1,7% en volumen, con retrocesos en partidas tan significativas como el atún claro (-28,6%) o las anchoas (-8,3%), como efecto de un descenso del consumo en el exterior y la recuperación de las transacciones comerciales internacionales tras el Covid. Un dato relevante, dado que, en el conjunto del sector, se exporta el 65% de la producción. De hecho, para Alonso, la internacionalización y la innovación se mantienen como las dos patas principales de la industria del mar.

Reducción del IVA y eliminación del impuesto al plástico

En este contexto, entre los principales retos que se ha marcado el sector del mar para este ejercicio se encuentra la recuperación del consumo y de la producción; la adaptación de instalaciones a la transición verde digital; lograr un abastecimiento competitivo; impulsar la innovación y lograr seguridad jurídica para poder abordar estas cuestiones.

Para ello, aunque el sector confía en que datos como la moderación del IPC anunciada para marzo puedan estabilizar la economía y recuperar el consumo, reclaman la adopción de medidas desde las administraciones que permitan proteger a la industria acuícola y transformadora de productos del mar, que aporta más de 11.600 M€ a la economía española. Así, ha reiterado la petición de la eliminación del IVA a los productos del mar y de la paralización del impuesto al plástico, para poder incentivar el consumo de estos productos, “en tendencia descendente en los últimos 15 años, excepto en el caso de las conservas”, lo cual, en su opinión, “supone un problema también para la salud”. También ha instado a las autoridades a controlar las comunicaciones que llegan al consumidores de las nuevas referencias plant based que llegan al mercado bajo la denominación de “atún vegano”. “Hemos pedido que no se atribuyan nombres de atún ni cualidades saludables a productos que no son atún y son en realidad ultraprocesados”, ha explicado.

Por último, ha reclamado nuevamente a Bruselas la eliminación de los productos de atún del nuevo acuerdo comercial que se negocia con Tailandia, principal productor mundial de conservas de atún, puesto que su incorporación podría causar desplazar a la conserva gallega de Europa, su principal destino de exportación, absorbiendo casi el 90% del total de ventas. “Tailandia puede inundar el mercado europeo de atún en poco tiempo. Ellos tienen menos controles de origen y menos precios, lo que nos hará imposible competir con ellos”. Además de Tailandia, Alonso ha puesto el foco en la competencia desleal que llega desde otros países como Ecuador (principal suministrador de lomos y conservas de atún de España) y Papúa Nueva Guinea, ambas, con bajos niveles de controles y garantías en las capturas que realizan y con acceso directo al mercado europeo.

De forma paralela y al hilo de esta negociación con Tailandia, se ha reclamado una nueva revisión del contingente de lomos de atún libres de arancel, que se pide elevar hasta las 55.000 t, frente a las 35.000 t actualmente disponibles. “Es necesario garantizar el abastecimiento de estas materias primas. La balanza comercial actualmente es negativa. No se puede producir todo el marisco y pescado que demanda la sociedad. Sin importaciones no se puede abastecer el mercado, por lo que es importante mantener los aranceles a coste cero. Sin ello no hay industria, valor añadido o empleo”, ha indicado.

Igualmente, ha puesto en valor la necesidad de seguir invirtiendo e innovando (“somos un sector transformador que se basa en el valor añadido”), para lo que será clave la introducción de la industria del mar en el Perte agroalimentario aprobado por el gobierno, lo cual parece que va por buen camino y que podría llegar a movilizar inversiones de unos 400 M€ en materia de digitalización, valorización de residuos, etc. En este ámbito, defendió los proyectos impulsados o apoyados por Anfaco, en asociación en ocasiones con la industria, en proyectos de biotecnología y salud, sosteniblidad y economía circular (valorización, aprovechamiento de agua, envasado reciclable e inteligente), recursos marinos y acuicultura y digitalización e industria 4.0.. Por último, ha planteado la necesidad de asegurar el relevo generacional en la industria, poniendo el foco en la formación, y defender el empleo, asegurando el valor de la figura del trabajador fijo-discontinuo.



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