En su apuesta por el territorio, la bodega catalana Alta Alella ha anunciado una inversión de 2,5 M€ para el desarrollo de su actividad vitivinícola, orientado principalmente a la adquisición de nuevas ha de cultivo en Alella-Tiana, además de instalaciones técnicas y herramientas para preservar los viñedos.
Fiel a su compromiso con la producción sostenible y respetuosa con su entorno, parte de la inversión también se ha destinado a la incorporación de energías renovables y la digitalización de las viñas, facilitando la trazabilidad de su producción, aumentando en eficiencia y optimizando la actividad vinícola.
Mireia Pujol-Busquets,copropietaria y segunda generación de la bodega, ha reconocido que “lo que más me emociona es que mis padres empezaron con una sola ha en 1991 y en 2024, contaremos con 70 ha. Podríamos haber escogido otro modelo de negocio basado en el volumen, pero nuestro camino era y es apostar por las viñas y liderar y controlar todo el proceso de elaboración del vino”.
Esta inversión culmina el proceso de consolidación del negocio de la bodega durante el último lustro, cuando pasó de facturar 3,3 M€ en 2018 hasta registrar 5 M€ en el pasado ejercicio.
De estas ventas, el mercado nacional representa el 55% (con Cataluña, Baleares, País Vasco, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid como principales destinos), mientras que la exportación supone el 45% restante (con Canadá, Estados Unidos, Alemania y Finlandia a la cabeza).