La iniciativa se postula como una solución circular para la gestión de este residuo en las plantas de producción de aceite de oliva a través de la producción de biogás. Actualmente, la industria aceitera genera alrededor de 13.000 M.l. de este residuo cada campaña. Su tratamiento pasa por la utilización de balsas para secado natural, que es la solución más viable desde punto de vista económico, "pero ni mucho menos desde punto de vista ecológico", explican desde la startup.