La coyuntura global actual ha generado un impacto adverso en el mercado del vino en España. La incertidumbre y las restricciones en el gasto, derivadas de la elevada inflación, han conducido a un estancamiento en el consumo nacional y una desaceleración en las exportaciones, aunque el valor, en términos generales, ha aumentado debido a estrategias como la apuesta por productos de mayor calidad y la subida de precios.
Factores como tensiones internacionales, inflación, problemas en la cadena de suministro y fenómenos climáticos extremos contribuyen también a esta situación compleja, resultando en un retroceso de las exportaciones de vino español, que en los nueve primeros meses de 2023 se situó en el entorno del -3%, tanto en volumen como en valor.
A nivel nacional, también se manifiesta una bajada del consumo de vino en volumen, protagonizado por el canal de alimentación (el mayoritario, con el 42% del consumo total), si bien en cambio la hostelería está teniendo una mejor evolución. En la distribución organizada, y en base a estadísticas facilitadas por la consultora Circana para el interanual concluido en julio de 2023, se advierte un retroceso ligero de las ventas en volumen (-1,7%), con los vinos sin DO/IGP como los únicos con un comportamiento positivo (+2,7%), frente a una caída del 4% de los vinos con DO. En términos de valor, en cambio, la misma fuente estima un incremento del 1,7%, con los vinos sin DO/IGP como los que más avanzan (+7,7%), mientras que los acogidos a DO, que suponen más del 72% de la facturación global, se mantienen estables, con apenas un 0,6% más.
En este contexto, se observan una serie de tendencias, como por ejemplo:
-Premiumización: Consumimos menos vino, pero mejor.
-Ganan adeptos los espumosos y los vinos blancos, especialmente aquellos acogidos a DO, lo que se traduce en la construcción de bodegas especializadas y el lanzamiento de nuevas marcas.
-Enfoque en la salud, con el desarrollo de propuestas con bajo contenido en alcohol (si bien más arraigadas en otros países) y con un impulso de los vinos ecológicos.
-Como no, sostenibilidad, en este caso apoyada en los avances tecnológicos y en la digitalización, que se presenta como una herramienta esencial para mejorar no sólo el ámbito productivo, sino también la gestión y las estrategias de comercialización.
-Innovación en envases: Se experimenta con envases menos tradicionales, desde vidrios más ligeros hasta packaging de cartón, bag-in-box y latas. Estos formatos, además de su potencial para reducir la huella de carbono, atraen a consumidores jóvenes y de países no tradicionales consumidores de vino.
-Seguimos apostando por el tardeo y, como consecuencia, se observa una creciente popularidad del vermut, con cada vez más bodegas desarrollando propuestas propias.
Todas estas tendencias, junto a las últimas operaciones, las inversiones más cuantiosas y las novedades más destacadas del sector vinícola español, se encuentran con detalle en el último Informe Alimarket del Sector del Vino, en el cual se incluyen, además, el ranking de los principales grupos españoles por facturación y cuadros de consumo nacional, exportaciones, balance comercial y otros, de fuentes como Mapa, OeMv, OIV, Circana, NielsenIQ e ICEX, entre otros.
