La Comisión Europeo ha aprobado el pliego de condiciones para que la Indicación Geográfica Protegida 'Cabrito de Extremadura' comience a andar. Se trata de la primera marca de calidad que ampara a esta especie, por los siete distintivos con los que cuenta la carne de cordero.
Según el pliegode condiciones, el sello “Cabrito de Extremadura” distingue carne de cabritos nacidos, criados, cebados y sacrificados en el territorio de esta comunidad autónoma de las raza verata, retinta, florida, malagueña, murciano-granadina, blanca andaluza, serrana, payoya o sus cruces.
El reconocimiento abarca las categorías de cabrito lechal (hasta 30 días) y cabrito (35-40 días), que se comercialicen en forma de canal, media canal, cuartos, piezas y fileteada al corte. Los lechales se alimentan solo de leche materna, están criados en extensivo o semiextensivo y tendrán un peso máximo en canal de 6 kilogramos.
Según fuentes del futuro Consejo Rector, el censo de cabras en Extremadura se acerca a las 200.000 unidades, repartidas en un nutrido grupo de ganaderías, ya que se trata de explotaciones familiares pequeñas. Muchas de ellas se utilizan para leche y otras se llevan a sacrificar fuera de la comunidad extremeña, en centros más cercanos a los clientes. Por ello, en un primer momento, se espera atraer a la IGP a un 70% del censo.
A nivel de empresas procesadoras, la principal de la región es el grupo cooperativo EA Group, que ya ha manifestado su deseo de acogerse a la IGP. Igualmente, hay una decena de pequeños mataderos locales que también podrían estar interesados para abastecer a sus clientes de carne con este sello de calidad, principalmente restaurantes de la región.