El habitual dinamismo de las cadenas en Cataluña suscitó otro año frenético en aperturas, cierres y transacciones comerciales, en un año que también continuó fundamentalmente marcado por la renovación comercial y la búsqueda de una mayor eficiencia por metro cuadrado. A modo global, esta región creció un 1,7% en superficie, mejorando el registro previo. Varios fueron los factores que influyeron en su devenir sectorial. En su contra, la reestructuración comercial de Mercadona, Caprabo y Dia, junto al giro táctico de Transgourmet para con su división de retail minorista; y a su favor, la persistencia de las potentes inversiones de dos de los principales grupos regionales, Bon Preu y Casa Ametller, junto a la continuidad del plan expansivo de Aldi, como principales variables.1
