El grupo vinícola Familia Torres avanza en su objetivo de sostenibilidad y ha instalado una planta piloto agrovoltaica en uno de sus viñedos del Penedès, en el marco del proyecto 'Go SolarWine' que pretende impulsar una producción vitícola climáticamente inteligente y sostenible.
En concreto, la planta agrovoltaica está ubicada en el viñedo ecológico Mas Rabell, en la localidad de Sant Martí Sarroca. La instalación ocupa una superficie de 1.000 m2 y consiste en una estructura de paneles solares elevados a 5 m de altura. La altura de las placas permite el paso de una máquina vendimiadora bajo la cubierta de placas y facilita la automatización de la vendimia.
La firma catalana insiste en que la iniciativa permitirá validar la viabilidad técnica y económica de integrar agricultura y energía fotovoltaica, evaluando sus efectos microclimáticos, el impacto en la productividad y la resiliencia del viñedo frente al aumento de temperaturas.
Además, para evaluar comparativamente su efecto sobre el desarrollo del cultivo y su rendimiento energético, se han instalado dos tipos de placas solares: opacas y semitransparentes bifaciales.
Por otro lado, la planta piloto cuenta con una red de sensores de parámetros edáficos y climáticos que permitirá monitorizar y validar aspectos agronómicos y energéticos asociados a los dos tipos de placas instaladas. Este sistema de monitorización proporcionará datos clave para evaluar el impacto de la agrovoltaica en el desarrollo del viñedo y en la eficiencia de la producción energética, contribuyendo a la toma de decisiones fundamentadas y a la optimización de los recursos.
En cuanto a la energía generada por la instalación agrovoltaica, se destinará al autoconsumo en las naves de envejecimiento de Torres Brandy y en la Masía Mas Rabell de Familia Torres, que se encuentran a poca distancia del viñedo, reforzando así el compromiso de la bodega con la autosuficiencia energética y la reducción de emisiones.
Por su parte, Mireia Torres, directora de Innovación y Conocimiento de Familia Torres, destaca que "este proyecto nos ayuda a explorar nuevas formas de adaptarnos al cambio climático y de hacer compatible la producción agrícola con la generación de energía limpia, avanzando así hacia una viticultura más sostenible, resiliente y rentable".
Para Torres, "el aumento de temperaturas hace que las vendimias se avancen, lo que podría llegar a alterar la calidad del vino. Nuestro objetivo es retrasar la maduración de la uva. Las placas encima del viñedo proporcionan sombra a las cepas y las protegen de la insolación directa durante el verano, además de generar electricidad".
En el marco de 'SolarWine', además del ensayo de Familia Torres, se está llevando a cabo otra prueba en Castilla La Mancha. El grupo operativo, liderado por el clúster vitivinícola catalán Innovi, reúne a Familia Torres, Huerto Tornasol y el Clúster de la Energía de la Comunitat Valenciana (CECV), con el apoyo de la pyme tecnológica INDEREN, la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV), el Instituto Catalán de la Viña y el Vino (Incavi) y Artica Ingeniería e Innovación (artica+i) como oficina técnica.
En total, el proyecto 'SolarWine' cuenta con un presupuesto que ronda los 700.000 € y una financiación de 599.000 €, en el marco del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC) 2023-2027, financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader).







