Alimarket: El sector de carne de ovino encara un año más numerosas complicaciones (nueva reducción del consumo doméstico, la escasez de ganado, el reemplazo generacional, la reaparición de la lengua azul…), ¿cuál de ellas pesa más sobre el desarrollo del sector y por qué?
Tomás Rodríguez: Efectivamente este año está siendo complicado por numerosas causas y, probablemente, la reducción del consumo doméstico es una de las más importantes. Nos encontramos ante consumidores que buscan alimentos más “fáciles” y rápidos de preparar, y con la percepción de ser más asequibles, motivos por los que la carne de lechal, cordero y cabrito están perdiendo presencia en la bolsa de la compra de los hogares. Desde Interovic estamos trabajando para revertir este descenso y recuperar el consumo, a través de varias líneas. A nivel de compras en el hogar, las campañas previas de promoción de nuevos cortes han funcionado y ahora se pueden encontrar productos de cordero de fácil cocinado como las hamburguesas en diferentes cadenas de distribución. En estos momentos, estamos cerrando acuerdos con grandes grupos como Carretilla, Lassal o El Corte Inglés, para introducir el ovino y caprino en el formato ready to eat.
A.: Sobre la reaparición de la lengua azul, que parecía controlada a finales del año pasado, ¿qué es lo que ha fallado?
T.R.: Personalmente creo que no ha fallado nada, es consecuencia de diversos factores que no podemos controlar. En primer lugar, el aumento de las temperaturas medias ha favorecido la expansión del mosquito Culicoides, principal transmisor del virus, que ahora sobrevive durante más tiempo y en zonas más amplias. Además, el constante movimiento de animales vivos facilita la llegada y propagación del virus en nuevas áreas. A esto se suma la aparición de nuevos serotipos del virus, frente a los cuales las vacunas disponibles y la inmunidad previa son menos eficaces. También hay que tener en cuenta que la fauna silvestre, en aumento como consecuencia del abandono del medio rural, actúa como reservorio del virus, manteniéndolo en circulación incluso cuando los rebaños domésticos parecen estar bajo control. Por último, existen limitaciones en la vacunación y en la capacidad de respuesta sanitaria, ya sea por falta de dosis específicas, demoras en la aplicación o cierta resistencia a vacunar. Los ganaderos están trabajando activamente para controlar la enfermedad y minimizar su impacto, ya que la presencia de la lengua azul puede provocar pérdidas económicas de hasta un 15% en las provincias afectadas.
A.: El descenso de consumo en el hogar es notable, pero, ¿cuál está siendo el comportamiento en Horeca? ¿Hay “brotes verdes” en este canal?
T.R.: El consumo de carne de ovino en Horeca está creciendo notablemente. Los datos reflejan un aumento muy significativo, pasando de 11.400 t en 2014, a 42.700 t en 2022, año postpandemia. Esta diferencia no es un repunte puntual, sino que en los últimos años se ha mantenido estable, situándose entre 32.000 t y 33.000 t (35.000 t en 2024). Los motivos de este crecimiento son varios. Los consumidores buscan experiencias fuera del hogar, productos tradicionales y locales pero reinventados. Además, la versatilidad de esta carne, su carácter sostenible, han permitido dar un impulso en la restauración. Todo ello, apoyado por la colaboración con chefs y grupos gastronómicos.
A.: La exportación se ha convertido en una válvula de escape para el sector en los últimos años ¿Cómo está evolucionando este año? ¿Preocupa el acuerdo con Mercosur en un mercado interno a la baja?
T.R.: El sector del ovino y caprino depende en gran medida de las exportaciones. En 2024, casi la mitad de la carne producida (un 45 %) salió al exterior, junto con más de un millón de animales vivos destinados a su transformación en países vecinos. Sólo entre enero y abril de 2025 se exportaron unas 18.000 t, frente a las 15.000 del mismo periodo del año anterior, un crecimiento que se explica sobre todo por el empuje del mercado argelino. Además, nos encontramos ante nuevas oportunidades de exportación con la reciente apertura de Estados Unidos y las inminentes de Filipinas o Canadá. Estos destinos permitirán vender despieces con mayor valor añadido, lo que supone un paso importante para mejorar la rentabilidad del sector.
En el caso de Mercosur genera más incertidumbre. Este grupo de países cuenta con un mercado como el de Brasil, netamente importador de carne de ovino/caprino, pero por otra parte Uruguay es el principal exportador del continente americano.
A.: Otra de las noticias de este año fue la no obligatoriedad de la Fiesta del Sacrificio en Marruecos, que se había convertido en un importante comprador de cordero en 2024 ¿Cómo ha influido en las exportaciones de ganado? ¿Cómo se ha compensado?
T.R.: La decisión de Marruecos de no hacer obligatorio el sacrificio en El Aid redujo los habituales picos de demanda de ganado vivo en esas fechas, afectando a las exportaciones. Sin embargo, el sector supo reaccionar con rapidez y buscó salida en el mercado de Argelia, que se ha convertido en un destino clave por su estabilidad y afinidad cultural, y que valora la calidad y seguridad del ovino español.
Al mismo tiempo, se ha potenciado también la exportación en canal, lo que permite mantener más valor añadido en origen gracias a una industria preparada para responder a mercados exigentes, como son Asia y los países del Golfo.
A.: Desde la interprofesional se insiste en el valor medioambiental del sector (recientemente se ha recordado su importancia para proteger los campos frente a los incendios) ¿Qué cree que falta para que el mensaje cale en la sociedad?
T.R.: En Interovic llevamos años insistiendo en que la ganadería extensiva no sólo produce alimentos, sino que también cuida del medio ambiente. Sin embargo, es necesario llegar más al entorno urbano transmitiendo la relación entre comer carne de cordero y evitar incendios forestales, algo que no es evidente. Por eso, trabajamos para acercar el mensaje con acciones concretas: como la campaña “Menos Postureo, más Pastoreo”, acciones con niños como “los detectives de la carne” o el pop up Pastoreo, una acción que pretende acercar el campo a la ciudad. Otra tarea a desarrollar es contar esta historia de forma más cercana. Hablamos muchas veces en términos técnicos que no conectan con la gente. El reto está en simplificar sin perder rigor: decir claramente que “comer cordero ayuda a que no se quemen nuestros montes”.
Para avanzar, el sector necesita respaldo institucional y mediático que dé visibilidad a la ganadería extensiva. Necesitamos que la ganadería extensiva tenga el protagonismo que merece en el debate sobre sostenibilidad, al mismo nivel que la energía verde o la movilidad eléctrica. Sólo así lograremos que el sector ovino y caprino se vea como lo que realmente es: un aliado clave en la transición ecológica.
A.: ¿Qué otras medidas necesita el sector para ser competitivo y atractivo para el consumidor?
T.R.: Hay varias líneas estratégicas. En primer lugar, resulta imprescindible garantizar la estabilidad sanitaria, con planes de vacunación, protocolos homogéneos y mayores condiciones de bioseguridad frente a enfermedades como la lengua azul y otras emergentes.
La internacionalización del sector también es clave. Tenemos que seguir abriendo mercados de alto valor añadido como Japón, Singapur o Estados Unidos, consolidar destinos de volumen como los Halal del Golfo y el Magreb, y avanzar en nuevas aperturas como Canadá, Filipinas o Tailandia.
La digitalización es otra oportunidad para ser competitivos, con tecnologías como blockchain para asegurar transparencia y confianza en toda la cadena de valor. Además, se debe garantizar el relevo generacional, atrayendo nuevos profesionales, y adaptarse a un entorno regulatorio cambiante, especialmente en bienestar animal, transporte y sostenibilidad.Por último, en cuanto al consumidor, hay que seguir apostando por la innovación del producto, la quinta gama y una mayor presencia en Horeca. La visibilidad del sello B+ BAIE, acompañado de un relato de sostenibilidad, que muestre cómo el pastoreo contribuye a la biodiversidad, la prevención de incendios y la economía circular.
A.: Hemos hablado de las dificultades del sector, ¿pero cuáles son sus oportunidades?
T.R.: El sector de carne de ovino enfrenta el futuro lleno de oportunidades. Por un lado, el rejuvenecimiento del consumo en España, impulsado por campañas y nuevos formatos, está acercando el producto a públicos jóvenes y urbanos. A ello se suma un sólido posicionamiento en sostenibilidad, con el pastoreo extensivo y el certificado B+ BAIE como credenciales diferenciales, y el crecimiento en Horeca como motor de expansión. En el plano internacional, la apertura de nuevos mercados ha multiplicado la visibilidad y el valor del producto español, especialmente en destinos Halal y de alto valor añadido. También destacan la revalorización de subproductos como lana, piel y casquería dentro de una estrategia de economía circular, y el fortalecimiento de las alianzas institucionales y sectoriales, potenciadas por la Extensión de Norma, que permiten financiar proyectos clave y consolidar la competitividad y la proyección global del sector.







