La mejor forma de definir la relación entre la marca y el consumidor es considerarla como un matrimonio, señala el director general de. En el artículo de opinión adjunto avanza la necesidad de dejar de llamar marca blanca a las enseñas de distribuidor gracias a que su desarrollo las acerca más a ser tratadas como una marca más de la cesta de la compra. Destaca la necesidad y el cuidado que se debe tener en el packaging de los productos y se refiere a él "cómo uno de los ámbitos más propicios para destacar".





