Alimarket: Un año después de adquirir el negocio de nutrición animal de Cargill, ¿se ha culminado la reestructuración de este negocio?

Gerd Botter: La integración del negocio de Cargill se ha estructurado en dos fases. Durante la primera, que ya hemos culminado, hemos procedido a una reestructuración fabril, de equipos y de gamas de productos. Durante esta fase hemos procedido al cierre de seis fábricas (Zaragoza, dos en León -Villadangos del Páramo y Hospital de Órbigo-, Dos Hermanas, Lisboa y Cantanhede -estas dos últimas en Portugal). Con ello, hemos a pasado a contar con 22 plantas adaptadas a nuestra producción, que actualmente está en 3,2 Mt. Estos cierres supusieron una reestructuración de personal, que afectó a 200 personas sobre una plantilla total de 1.100 trabajadores. Además, hemos sustituido las marcas de piensos de Cargill (‘Cargill’ para clientes directos y ‘Nutrimentos Purina’, que estaba en régimen de alquiler, para distribuidores) por la de ‘Nanta’, con una nueva gama de productos que combina lo mejor de cada compañía. Por último, hemos implementado nuestro sistema de calidad y seguridad alimentaria Nutrace’ en todas las plantas de Cargill, dentro de la normativa europea de “De la granja a la mesa”.

A.: ¿Y la segunda fase?

G.B.: La segunda fase consiste en la especialización de las plantas por especies. Actualmente, tenemos 5 plantas especializadas. Tres en avicultura (Cataluña, Murcia y Utrera), una en Galicia orientada a rumiantes y una en Andalucía para productos para distribuidores. Y, de cara al futuro, vamos a tener dos plantas más especializadas en rumiantes, otra más para distribuidores y la de Pinto la vamos a dedicar a piensos para caballos, siendo la primera en España orientada a esta especie. El grupo Nutreco cuenta con la marca líder en Centroeuropa (‘Pavo’) para piensos de caballos y queremos aprovechar este know-how en el mercado español y unificar bajo esta marca nuestros productos para equinos.

A.: ¿Cómo se ha integrado la red de distribuidores de Cargill?

G.B.: Nanta tenía una red de unos 1.000 distribuidores y Cargill unos 800 y hemos unificado ambas redes bajo la marca ‘Nanta’, en un proceso que concluimos el pasado mes de junio. Hemos conseguido mantener casi toda la red, conformada actualmente por 1.750 distribuidores, que cubre toda la Península (España y Portugal), Baleares y Canarias.

A.: Por otro lado, Cargill tenía una serie de programas con ganaderos y de carnes certificadas, ¿se mantienen?

G.B.: Cargill tenía el programa ‘Beef Selection’ y Nanta el programa ‘Taurus’ para añojo y ternera. ‘Taurus’ se ha mantenido y ‘Beef Selection’ se ha convertido en ‘Taurus Beef’, un programa un poco diferente, cada uno de ellos adaptado a distintas zonas de producción. Actualmente contamos con 40.000 animales bajo estos programas. Nosotros ofrecemos al ganadero el asesoramiento y la alimentación necesaria para obtener esa certificación y comercializamos la producción. Además de estos programas de vacuno, tenemos uno de porcino ibérico, bajo el nombre de ‘Ibercus’, para adaptar el ganado a los requerimientos de la industria cárnica. Por otro lado, contamos con el proyecto “Líder”, en colaboración con nuestra integradora de porcino Inga Food. Bajo este sistema, ofrecemos al ganadero de porcino blanco de mercado libre la posibilidad de criar sus animales bajo nuestros protocolos y venderlos bajo los acuerdos de Inga Food. De este modo, el ganadero puede aprovecharse de las ventajas de un gran grupo, sin perder su independencia empresarial. Además, queremos desarrollar progrmas similares en otras especies, como por ejemplo, el vacuno de leche.

A.: ¿Cuál ha sido la facturación de Nanta en 2010 y cuál se espera que sea en 2011?

G.B.: En 2010, alcanzamos los 810 M€. La previsión para 2011 es mantenernos en volumen (unas 3,2 Mt), aunque incrementaremos la facturación como consecuencia del alto precio de las materias primas. Esto nos sitúa como empresa líder del sector, con una cuota del mercado que estimamos en el 14-15%.

A.: ¿Cómo se reparte la producción de Nanta por especies y destino?

G.B.: La mitad del volumen de piensos avícolas (1,3 Mt) es para Sada, también del grupo Nutreco. Lo mismo pasa con el porcino, donde una tercera parte de la producción (965.000 t) es para nuestra integradora de cerdos (Inga Food). Mientras que la producción para el resto de las especies es todo para el mercado libre.

A.: ¿Se exporta parte de la producción?

G.B.: No exportamos nada. Tan sólo hacemos transferencias de productos con Portugal, pero no lo consideramos exportación.

A.: Igualmente, ¿se importa?, ¿de dónde y qué clase de productos?

G.B.: Sí, algo importamos de otras empresas del grupo. Así, de Holanda traemos lactoreemplazantes, así como algunos productos especiales para caballos y algunos piensos muy especializados y diferenciados.

A.: ¿Cuáles son las principales tendencias de mercado?

G.B.: El mercado de piensos fue creciendo hasta el 2007, cuando alcanzó su máximo. Desde entonces, se ha ido retrayendo, pero la capacidad de producción se ha mantenido, con lo que cada vez hay más competencia. Por ello, es necesario una concentración del mercado y en este contexto se inserta la compra del negocio de Cargill.

A.: ¿Hay cabida para nuevas operaciones de compra-venta?

G.B.: Sí, creo que van a haber más operaciones en el sector, ya que todavía hay mucho margen para la concentración en el mercado libre. Hay que tener en cuenta que en España existen más de 800 fabricantes, muchos de ellos de carácter regional, y casi 100 en Portugal. Pero eso no quiere decir que esa sea nuestra estrategia, pues queremos apostar por la innovación. Eso no descarta que si se presenta una muy buena oportunidad de compra la tengamos en cuenta.

A.: ¿Cuál es la opinión de Nanta sobre el actual contexto de alza de precios de las materias primas?

G.B.: El precio de las materias primas está para quedarse. La especulación es sólo un factor más. En estos momentos, hay más demanda que oferta de materias primas y esta situación se va a mantener en los próximos años.

A.: ¿El uso de transgénicos puede ser la solución?

G.B.: Sí, puede ser una posibilidad. Nanta no está en contra de productos transgénicos, siempre que sean de origen vegetal y que esté científicamente comprobado que no sean nocivos para la personas o el medioambiente. Pero, probablemente, para poder alimentar a la población mundial de cara al futuro serán necesarios productos transgénicos. Como por ejemplo, que sean más resistentes al calor, a la sequía o a suelos salinos.