La Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) ha logrado acuerdo, entre sus organizaciones ganaderas y de la industria, sobre los cambios necesarios para la Norma de Calidad del Ibérico y ha puesto en conocimiento del director general del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) los diferentes puntos del pacto. Así, el Ministerio cuenta ya con el consenso requerido para modificar la norma, que entró en vigor en 2007, en el reglamento 1469/2007. Según Asici, "en el caso de que se acepte sólo parte de la propuesta, se compromete la consecución de los objetivos y el equilibrio sectorial necesario".
El acuerdo logrado se encamina fundamentalmente, conforme a las necesidades que se han venido esbozando en los últimos años, a la simplificación de las categorías y al reforzamiento de los controles de la norma, pero también a asegurar pesos y periodos de curación mínimos y la trazabilidad de loncheados y deshuesados . El cumplimiento de todos esos estandares se garantizará con mayores sanciones.
Solo bellota y cebo
Así, se pretende eliminar dos categorías de ibérico, el cebo de campo y el recebo, para limitar la tipología a bellota y cebo. Para la primera categoría, se ha acordado establecer aforos de las fincas, regulables por campaña, con el fin de reducir la carga ganadera de las explotaciones (el número de animales de bellota por ha). En cuanto al cebo, se considera necesario elevar el peso mínimo de sacrificio a 120 kg/canal y modificar, igualmente para lograr mayor superficie por animal, las condiciones técnicas de las granjas, que deberán incluir parques en el exterior para la salida permanente de los cerdos.
El lo relativo a la sistemática de control, se persigue que los controles "sean objetivos, reproducibles, de fácil aplicación, fiables, factibles y a coste asumible" ; así como la coordinación de las autoridades competentes y, en ese sentido, la participación de Asici en la Mesa del Ibérico. Además, se pide "un control reforzado que asegure la pureza racial de los reproductores", partiendo del requisito de "un cruce mínimo admitido del 50% con madre ibérica".
Las organizaciones se han puesto también de acuerdo respecto al establecimiento de diversos pesos mínimos. Así, se quiere sustituir el control de las edades de sacrificio por el del peso de las canales e implantar un peso mínimo para las piezas curadas.
En cuanto a los transformados, se alargarán los periodos de curación de las piezas, salvo en los lomos, y las piezas serán precintadas ya en el matadero, una señalización que "debe mantenerse hasta la comercialización, incluso en los puntos de venta y restauración". En aras también de poder garantizar el origen del producto, se establecerá un sistema de trazabilidad para los productos deshuesados y loncheados.







