En los últimos años en España muchos profesionales y empresas de calidad en el ámbito de la rehabilitación y reforma, se han visto perjudicadas por una crisis muy dura que ha golpeado de lleno el sector, muchas veces primando más el bajo coste a la calidad, y como todo en la vida hay que tener un equilibrio lógico para que funcionen las cosas.
La tendencia en estos últimos años en el sector de la construcción ha sido apostar por la creación de inmuebles muchas veces sin mirar donde……., lo que nos ha llevado a tener un parque inmobiliario excesivo en zonas poco atractivas y con calidades bajas en muchas de las viviendas de nueva construcción (Bingo). Si proyectamos el futuro nos damos cuenta que bien por tener unos inmuebles antiguos o de una calidad discutible serán necesarias muchas reformas y rehabilitaciones de viviendas prácticamente en todo el territorio español, lo que supondrá una inyección económica importante a empresas especializadas en este sector para los próximos años.
A este optimismo en el sector, hay que sumarle la cada vez más común y necesaria rehabilitación energética, según la European Climate Foundation nos afirma que por cada millón de euros invertido en este tipo de rehabilitación se generan 18 puestos de trabajo directos. Además, señalan también que, gracias a las actuaciones de rehabilitación, en el año 2020 el consumo de energía final en el parque de viviendas existente en España se reducirá, al menos, un 30% con respecto al consumo energético de 2008.