Al igual que buena parte de las empresas del sector, la constructora malagueña Guamar también ha emprendido la carrera hacia la internacionalización, ante la caída del mercado doméstico. Así, acaba de poner en marcha sendas delegaciones en Marruecos y Perú , donde espera aprovecharse de las oportunidades que ofrecen ambos países. La compañía, especializada en obra civil, hasta la fecha centraba su actividad en la comunidad andaluza, donde cuenta con importantes contratos. Entre estos destaca la construcción de la plataforma del nudo Bobadilla-Antequera, en Málaga, que ejecuta en UTE junto Vías y Construcciones , correspondiente a la línea de alta velocidad (LAV) Antequera-Granada y presupuestada en 93,74 M€.

También en UTE, en esta ocasión con Covalco Grupo Constructor , levanta el edificio de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada , por 10,76 M. Mientras ultima la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga , junto a Vías y Construcciones, por un importe de 9,8 M. Además, se encarga de varias obras hidráulicas en Jaén para la Agencia Andaluza del Agua .

En los últimos años, Guamar ha diversificado sus negocios, especialmente hacia el área de medio ambiente, donde realiza actuaciones de encauzamientos, creación de áreas verdes o mejoras en infraestructura hidráulica. En 2012, Guamar ha logrado elevar su facturación un 23% hasta los 12 M, frente a los 9,75 M del año anterior . No obstante, será en 2014 cuando la constructora espera obtener mejores resultados, gracias, sobre todo, al empuje de su recién estrenado negocio exterior. A inicios de 2012, empleaba una plantilla de 42 trabajadores. Guamar encabeza el grupo homónimo, que integra además a las promotoras Promociones Keromnes y Kerimar, que en los últimos años no han tenido ingresos relevantes.