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¿Cómo afectará la era Trump a la construcción española?

En principio, supondría una mayor apuesta por las obras clásicas de infraestructuras y un freno a la exportación de materiales

¿Cómo afectará la era Trump a la construcción española?

La victoria del republicano Donald Trump esta semana en las elecciones norteamericanas supondrá, en principio, una mayor apuesta por las obras de infraestructuras más tradicionales en el país (aeropuertos, carreteras, puertos, centros educativos y sanitarios...), mientras las instalaciones de energías renovables sufrirían una clara ralentización por el negacionismo conservador del cambio climático. Aunque todavía se desconocen los planes concretos de la próxima Administración, las declaraciones como candidato de Trump y, lo que es más relevante, como presidente electo, apuntan a un refuerzo de las políticas de inversión en infraestructuras clásicas, con la idea de "reconstruction the country" dentro del más ambicioso "make America great again".

Si Hillary Clinton presentó un programa de inversión en infraestructuras de 275.000 M$ en los cinco primeros años, Trump señaló durante la campaña que doblaría esa inversión, en ambos casos con un apoyo en los proyectos público privados (PPP), financiados básicamente con fondos privados. Resulta además previsible que el papel de la iniciativa privada sea más relevante en estos proyectos, porque el partido republicano ha mostrado repetidamente su aversión al elevado endeudamiento norteamericano (100% del PIB) y, al mismo tiempo, a elevar la presión fiscal sobre los ciudadanos.

Más obra civil en USA

Este nuevo escenario supondría un mayor negocio para los grupos constructores españoles que están presentes en el mercado norteamericano, entre los que destacan ACS, OHL y Ferrovial, con fuertes divisiones de construcción y concesión de infraestructuras. Así, el grupo ACS, aglutina su actividad en Estados Unidos, uno de sus principales mercados, a través de Dragados Construction USA con la que ha adquirido en los últimos años diversas constructoras locales como Schiavone, Pulice Construction Inc, John P. Picone, E.E. Cruz y Prince Contracting. En conjunto, el grupo de Florentino Pérez, que detenta también el control de la constructora australiana Cimic y de la germana Hochtief, ambas con una potente actividad internacional, tiene una cartera de obra de 48.874 M, de los que 20.244 M corresponden a contratos en el continente americano.

También el grupo OHL se hizo el pasado octubre con el 50% que no controlaba en la constructora estadounidense Judlau Contracting, que pasó a ser propiedad 100% del grupo español. La constructora, con sede en Nueva York y donde OHL inició su desembarco en 2010 adquiriendo el 50,1% del capital, es una de las piedras angulares de su presencia en EE.UU., catalogado como uno de los ocho "home market" del grupo de Villar Mir. OHL, que pivota su actividad en Estados Unidos a través de OHL USA, cuenta con una cartera de obra valorada en unos 1.970 M€ en Norteamérica (incluyendo a Canadá). Además de Judlau, dispone en el país de diversas constructoras adquiridas durante la última década, como Community Asphalt Corp, OHL Arellano Construction Company y OHL Building. El plan estratégico diseñado por OHL hasta 2020 fija para la región de Norteamérica entre el 15% y el 20% de los ingresos de construcción, que ascendieron a 2.793 M€ el pasado año.

El grupo Ferrovial Agromán reforzó igualmente su presencia en EE.UU., donde opera con la filial Webber, al adquirir esta última el pasado abril la constructora Pepper Lawson, con sede en Houston. Pepper Lawson está especializado en la construcción de edificios y complejos comerciales, e instalaciones y plantas para el tratamiento del agua. Pepper Lawson ingresa unos 200 M$ anuales, que sumados a los de Webber (ingresos de 643 M€ en 2015) dará lugar a un grupo con una facturación de más de 800 M€. La integración de esta firma aportará a Webber capacidad para crecer en el sector de la construcción de instalaciones de agua en Texas y en el resto del país. Ferrovial pretende así replicar en USA el negocio de construcción de dotaciones de agua en el que ya opera, a través de su filial Cadagua en Europa, Latinoamérica y Oriente Medio. En la cruz de la nueva situación para las constructoras españolas, estaría Acciona, que ha venido volcando su estrategia de crecimiento en las energías renovables y cuenta con una ligera presencia en el país.

Exportación de materiales

En el ámbito de la industria, la nueva administración de Trump, que enarbola el proteccionista "First América", tendría un efecto contractivo sobre el negocio de los fabricantes españoles de materiales, que destinaron un volumen de 992 M€ al mercado estadounidense en 2015. Con un porcentaje del 4,7%, EE.UU. constituye el quinto destino de las exportaciones españolas (un total de 21.110 M€ en 2015), por detrás de Francia (15%), Alemania (7,4%), Reino Unido (6,8%) y Portugal (6,5%). En contrapartida, Estados Unidos realizó envíos a España de materiales de construcción por valor de 485 M€, que supusieron el 2,8% de las importaciones españolas, cuyo monto total ascendió a 17.333 M en 2015. Entre los sectores más expotadores a EE.UU. se encuentran material eléctrico, azulejos, elevación, pinturas y sanitarios. Por útimo, hay que destacar la importante presencia directa de redes de distribución propias del fabricante de piedra Cosentino, que dispone ya de 35 centers, y de la azulejera Porcelanosa, con 26 tiendas en USA.



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