La multinacional alemana Basf ha anunciado que realizará este año un desembolso cercano a los 40 M€ que se repartirán entre sus nueve centros de producción en España. El complejo químico de Tarragona, situado en La Canonja, absorberá la mayor parte de este importe, con una inversión de unos 20 M€. Este complejo dispone de cuatro plantas de producción operadas por Basf, una más en joint venture con Sonatrach y otras cinco plantas de producción gestionadas por terceras empresas.
Además de esta inversión para mejorar su complejo químico, Basf destinará 10 M€ a su fábrica de Marchamalo (Guadalajara), con el objetivo de modernizar estas instalaciones y mejorar su seguridad. Esta planta, sede de la división Coatings, cuenta con una superficie de 310.000 m2 y aproximadamente 600 empleados. Se divideen cuatro plantas de producción, dos dedicadas a la producción de pinturas -principalmente para automoción-, otra para elaborar resinas intermedias y la última para fabricar productos relacionadoscon la construcción. Las instalaciones de Marchamalo también cuentan con un centro de competencia de recubrimientos y repintado, un centro de aplicación de recubrimientos para automoción, así como laboratorios de control y desarrollo para todos sus principales segmentos de productos.
El grupo facturó en España 1.164 M€ en 2016, mientras que sus centros españoles registraron una facturación de unos 1.600 M€, que exportan dos terceras partes de su producción. Estas cifras incluyen los datos de Chemetall, empresa especializada en el tratamiento de superficies y que fue adquirida el pasado año, que dispone de un centro de producción en Canovellas (Barcelona) con 62 empleados. A nivel mundial Basf facturó cerca de 58.000 M€, con 114.000 empleados.






