Obraterra, con sede en Beniel (Murcia) y especializada en la instalación de plantas móviles para la producción de áridos, zahorra artificial y movimiento de tierras, se ha sumado recientemente a la nómina de concursadas. Así, Obraterra fue declarada en situación de concurso voluntario de acreedores el 15 de noviembre, según el auto del Juzgado Mercantil número 2 de Murcia publicado el 29 del mismo mes. En el mismo documento, el juzgado designó al economista José Manuel Gonzalbes Llorca como administrador de la compañía, cuyas facultades han sido intervenidas.
Obraterra acumulaba un pasivo de 1,09 M€ al cierre de 2017, de los que 384.859 € correspondían a sus entidades financieras y otros 241.991 € a sus proveedores, este último importe vencía a corto plazo. En el mismo periodo disponía de 1,10 M y fondos propios de 14.003 €. Precisamente sus recursos se habían reducido pasando de los 80.559 € con que contaba en 2016 a los poco más de 14.000 con que cerró 2017. Asimismo, Obraterra, controlada por la familia Belmonte Fernández, ha sufrido en los últimos años un varapalo en sus cuentas. Así y aunque en 2017 su cifra de negocio se elevó hasta 1,97 M€, frente a los 948.963 € que obtuvo el año anterior, su resultado de explotación fue negativo y se situó 47.384 €, igualmente registró pérdidas de 66.506 €, frente a los beneficios de 12.453 € de 2016. También al cierre de 2017 daba empleo a 23 trabajadores.
