Si hay algo que ha caracterizado el crecimiento de la economía española desde su entrada en el mercado común ha sido el desarrollo del turismo y del sector de la construcción. El primero ha capeado la crisis económica batiendo récords año a año, pero la burbuja inmobiliaria de 2008 produjo en el sector de la construcción una caída de la actividad que se prolongó hasta el año 2014.
Tras los años de la crisis parece que finalmente el sector, que tardó en incorporarse a la recuperación de la economía nacional, ha empezado a dar signos de revitalización y en este ejercicio continuará creciendo. Sin ir más allá, durante el primer trimestre del año 2018 el sector alcanzó el 6% de crecimiento interanual, duplicando el ritmo de crecimiento del PIB nacional.
Según datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social destacados por la Fundación Laboral de la Construcción, el sector de la construcción ganó más de 65.000 trabajadores en España en 2018.
En este sentido, parece que la rehabilitación y el mantenimiento seguirán siendo el principal motor de la construcción. Aunque continúa la demanda de perfiles para trabajar en el extranjero, principalmente, en el mercado de Iberoamérica, Oriente Medio, Estados Unidos y Canadá, en España el despunte está en Madrid y la zona del Mediterráneo, en concreto, en Cataluña, Valencia, Baleares y Andalucía (principalmente en la Costa del Sol).
Desde PageGroup también hemos detectado esta recuperación. Así, hemos percibido un incremento en la demanda de algunos perfiles en función del sector. En el caso del inmobiliario, destacan los perfiles de desarrollo de promoción, fundamentalmente residencial, y el de inversión, en buena medida debido a que en los últimos años el sector ha tenido mucha fuerza en la inversión inmobiliaria en oficinas, logística y centros comerciales. Asimismo, continúan despuntando los perfiles de gestión, desarrollo y compra del suelo y el arquitecto de residencial. Esto se debe a que los grandes promotores están apostando por externalizar la parte de estudio de arquitectura.
Por otro lado, en el sector de la construcción, destacan los perfiles de jefe de obra y jefe de grupos de obras, mientras que, en el sector de la ingeniería, los perfiles más demandados son el de ingeniero de mantenimiento de activos y el de ingeniero de instalaciones para las obras.
En cuanto al nivel salarial, hay que señalar que el sector ha recuperado los niveles previos a la crisis económica y alcanza unos salarios altos, en parte porque existe una falta de oferta en el lado del candidato bastante reseñable. Observamos que el mercado demanda con fuerza perfiles junior, con una formación potente. Sin embargo, cuando las compañías solicitan perfiles con cerca de 10 años de experiencia se topan con un problema. Durante los años de la crisis, muchos de estos perfiles estuvieron parados, por lo que, dar con ellos es complicado y, por tanto, son un recurso escaso y caro para las empresas.
Por otro lado, hay que destacar que el sector de la construcción cuenta con muy poca temporalidad. La mayor parte de los contratos gestionados son indefinidos o por obra. Ocurre lo mismo en el sector inmobiliario, donde el 95% de los contratos son indefinidos, a excepción del perfil comercial inmobiliario residencial, donde podemos encontrar contratos mercantiles. En este sentido, el sector en general ha evolucionado en positivo, sobre todo en la pata de arquitectura, ya que, hasta hace unos años, lo normal era encontrar contratos mercantiles y ahora ha habido un despunte de los contratos laborales.
De cara a este nuevo año, mantenemos una visión optimista. Según nuestra perspectiva, el sector va a seguir creciendo de manera ordenada y constante, no tan rápida como en los últimos años, pero sí va a seguir a un ritmo positivo.