Cricursa, especializada en la transformación y manipulado de vidrio curvado, plano y arquitectónico especial, busca comprador ante sus dificultades financieras. Así, Cricursa, que se encuentra en concurso de acreedores desde finales de 2021, tras acumular una deuda de 60 M€, ha recibido varias ofertas de inversores para hacerse con el grupo o al menos con alguna de sus unidades productivas. Entre estos posibles inversores se encuentra el grupo leonés Tvitec , que ha presentado una oferta preliminar, según ha publicado la prensa local. No obstante, esta propuesta solo incluiría una parte del total de los casi 300 empleados con que cuenta Cricursa en sus instalaciones productivas. En este sentido y ante la incertidumbre que azota su futuro, la plantilla de Cricursa, actualmente en situación de ERTE, se concentró el pasado sábado frente a La Sagrada Familia de Barcelona, uno de los lugares más representativos para la firma, puesto que fabricó la estrella luminosa que corona la torre de la Virgen, inaugurada en diciembre.

Cricursa dispone de tres fábricas que suman una capacidad productiva de 100.000 m2 de vidrio y se encuentran repartidas entre Granollers (Barcelona), y la localidades de Lleida de Balaguer y La Sentiu de Sió. Estas dos últimas adquiridas en 2019. El grupo, que exporta más del 80% de su producción, registró ventas de 24 M€ en su último ejercicio, cerrado en julio de 2021, lejos de la previsión que manejaba de 40 M€. Por su parte, Tvitec, que tiene en marcha un ambicioso plan de inversiones para impulsar su crecimiento, cuenta con instalaciones productivas en las localidades leonesas de Cubillos del Sil y Cabañas Raras, así como en Alicante, Gran Canaria, Portugal y Brasil. El grupo, que también tiene una importante presencia internacional, preveía cerrar el pasado 2021 con una facturación de 155 M€.