La empresa santanderina  Arruti, dedicada a la construcción de obra pública, ha solicitado la aprobación del proceso de liquidación ante el juzgado. En concreto, la compañía ha tomado la decisión de disolverse tras verse incapacitada de cumplir con el convenio pautado en el concurso en el que fue declarada en 2013 y que en 2015 superó. Los problemas económicos de la compañía comenzaron en el 2011, año en el que se vio obligada a presentar un ERE al 30% de su plantilla por la falta de obra nueva y licitación de obra pública.

Arruti Santander, fundada en 1905, repartía su actividad entre construcción, promoción y fabricación de áridos y asfaltos. Según sus últimas cuentas presentadas, la firma generó ventas de 5,93 M€ en 2020, con 63 empleados. Esto supone un 40% menos de ingresos durante un período de un año, ya que en 2019 ingresó 9,99 M€, con una plantilla de 99 empleados.