La Central, emblemática librería madrileña, volvió a abrir sus puertas el pasado mes de abril tras tener que dejar su simbólico local de la calle del Postigo de San Martín. No realizó, no obstante, una mudanza muy lejana, puesto que el traslado se produjo a un espacio situado justo en la acera de enfrente. Entre las novedades acogidas por el nuevo local, destaca la incorporación del techo Origami, fabricado por la firma holandesa Hunter Douglas.
Conocido por sus pliegues piramidales, el techo HeartFelt Origami, que está disponible en un tamaño de 600 x 600 mm, crea una atractiva experiencia visual, algo que llamó la atención al estudio de arquitectura encargado de la obra. Al igual que el papel se dobla para crear intrincadas figuritas, este techo puede moldearse para adaptarse a cualquier espacio asemejándose al material que le da nombre.
Esta idea fue concebida por Zaga Arquitectura, quienes consideraron que podía ser el mejor acabado para ofrecer a sus visitantes y clientes un espacio aún más atractivo, jugando con la semejanza del techo a las hojas de papel, protagonistas de una librería.
Además de la parte estética, este tipo de techos falsos cumple con una función esencial: la absorción acústica. HeartFelt Origami garantiza una máxima capacidad de amortiguación sonora, algo que encajó a la perfección para los encargados de reformar esta librería. Y, a la necesidad de una buena acústica, se le suma la de una buena iluminación, otra de sus novedades. La empresa Com-Led fue la encargada de diseñar una iluminaria a medida para este proyecto.