El grupo de iluminación Lledó, con sede en Móstoles (Madrid) y formado por Lledó Iluminación, Odel Lux y Staff Ibérica, no ha podido finalmente superar su situación económica y se ve abocado a la liquidación tras haber sido declarado en concurso de acreedores necesario el pasado 18 de diciembre de 2024.

El conglomerado se encontraba en una delicada situación financiera desde hace más de un lustro, que fue agravada por la pandemia de la Covid-19. Ya en el lejano ejercicio 2019, el auditor de Lledó advertía de la existencia de dudas sobre la capacidad de la compañía para mantener la actividad. Desde hace algunos años, Lledó apuntaba que su única salida era vender los terrenos de su antigua fábrica en Móstoles, situada entre las calles Magallanes y Cid Campeador, y trasladar su actividad a otra nave de la propia empresa ubicada también en la ciudad, en la carretera a Villaviciosa. El grupo estimaba que esta operación generaría unos ingresos de entre 52 y 60 M€.

No obstante, el conglomerado marcha finalmente a la liquidación y su nave de la carretera de Móstoles a Villaviciosa, que incluso sufrió un incendio que le provocó graves daños el pasado mes de mayo, saldrá a subasta. El activo, que cuenta con 9.400 m2, tiene un valor estimado de 8,8 M€. A pesar de ello, los terrenos de las calles Magallanes y Cid Campeador si que acogerán viviendas, y el plan urbanístico cuenta ya con la aprobación del consistorio mostoleño. La parcela saldrá también a subasta próximamente y en ella se prevé construir 550 casas.

De este modo, Lledó pone fin a una trayectoria de más siete décadas. El grupo, que llegó a estar presente en 25 países, era especialista en diseño, producción y comercialización de luminarias, iluminación natural, techos integrables, sistemas de control, fotovoltaica, absorbentes acústicos, conectividad y apoyo a la certificación. Entre algunos de sus proyectos destacaban la iluminación de tiendas de Ikea, establecimientos del grupo Inditex, hoteles o museos.