La inmobiliaria catalana Sacresa, en concurso de acreedores desde el pasado mes de septiembre, presentó el pasado ocho de octubre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectara al 55% de su plantilla, que en la actualidad está formada por 130 trabajadores. Esta regulación temporal contempla la extinción de 37 contratos, la suspensión temporal de otros 17 y la reducción de jornada para otras 18 personas, según fuentes de la compañía. El grupo pondrá en marcha esta medida para adaptarse a su actual actividad y prevé que los contratos suspendidos se normalicen cuando Sacresa obtenga la financiación necesaria para retomar sus proyectos pendientes. Sacresa facturó cerca de 500 M€ en 2008, último dato conocido, mientras que su deuda total alcanzaba los 2.635 M€, el 68% contraída con los bancos.







