El grupo sueco Electrolux, AB ha concluido el pasado ejercicio de 2015 , tras cerrar el cuarto trimestre , con una facturación de 123.511 MSEK (13.298 M€) tras crecer un 10% en el cómputo global del año. Sin embargo, durante ese mismo periodo, los beneficios netos de la compañía se recortaron un 30% hasta los 1.568 MSEK, unos 168 M€, frente a los 2.242 MSEK del 2014.
Las cuentas del gigante sueco han estado condicionadas en el último trimestre del año por el coste derivado de la malograda operación de compra de GE Appliances, la filial de electrodomésticos del grupo norteamericano General Electric. De hecho en ese periodo la empresa registró pérdidas de -393 MSEK (42 M€) frente a los beneficios de 970 MSEK (104 M€) del Q4 de 2014 al tiempo que unas pérdidas operativas de -202 MSEK/21 M€ (beneficios de 1.395 MSEK) debido a este motivo. La rescisión en diciembre del acuerdo firmado entre ambas empresas en septiembre supuso para la empresa escandinava impactar un coste añadido en sus resultados operativos de 1.659 MSEK (178 M€).
La presentación de las cuentas consolidadas coinciden con un mes de enero con importantes cambios directivos en la empresa ( también de CEO ) como consecuencia de una sala de juntas "sacudida", como se expresa en varios medios internacionales, por el impacto de la fallida compra de GE Appliances; un acuerdo que se había firmado en septiembre (por un valor total de 3.300 M$/unos 3.115 M€) y que en diciembre fue cancelado. Pocas semanas después (mes y medio, en realidad) sería el grupo chino Haier el que se llevaría el gato al agua por un monto de 5.400 M$ (4.960M€).
