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Dyson pide una indemnización por el perjuicio de la etiqueta energética

Dyson pide una indemnización por el perjuicio de la etiqueta energética

Según reza un comunicado de Dyson que reproducimos a continuación, la británica ha estado luchando desde el principio por la modificación de la Ley De Etiquetado Energético de las Aspiradoras Con Cable ya que la consideraba engañosa para los consumidores. Después de un largo y costoso proceso judicial, el Tribunal de Justicia Europeo ha dado la razón a Dyson (por lo que todos los fabricantes y distribuidores tendrán que retirar sus etiquetas energéticas) y es ahora cuando Dyson reclama más de 176 M€ en daños y perjuicios.

El 8 de noviembre de 2018, la normativa del etiquetado energético de las aspiradoras fue anulada como consecuencia de un prolongado recurso judicial iniciado por Dyson. El Tribunal General Europeo falló en contra de la Comisión Europea argumentando que su normativa engañaba a los consumidores y perjudicaba a Dyson. La comisión optó por no recurrir la decisión, por lo que el uso de las etiquetas energéticas en las aspiradoras es ilegal desde el 19 de enero de 2019. Dyson está instando a los fabricantes y distribuidores a que retiren, sin demora alguna, las engañosas etiquetas de cajas, estantes, anuncios publicitarios y de sus páginas web. También reclama 176 M€ por daños y perjuicios por parte de la Comisión, lo que refleja la pérdida de ventas, los costes de ingeniería, el retraso en la innovación y el daño a la reputación que ha sufrido como consecuencia directa del etiquetado energético de las aspiradoras, que ha discriminado injustamente su tecnología en beneficio de los competidores.

Según un portavoz de Dyson: "El etiquetado energético de las aspiradoras engañó a los consumidores y discriminó a Dyson; en base a ello, en 2013, Dyson pidió de manera urgente al Tribunal, que anulara la normativa para bloquear la nueva ley antes de que entrara en vigor en septiembre de 2014. Sin embargo, la Comisión se opuso a esa petición, con lo que Dyson tuvo que luchar por medio de un proceso judicial costoso y molesto en busca de justicia, incluyendo una apelación en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El Tribunal finalmente anuló el etiquetado en noviembre del año pasado, declarándolo ilegal. Sin embargo, hasta su anulación, Dyson sufrió pérdidas en ventas, daños a su reputación y un aumento de gastos como consecuencia de la normativa. Confirmamos que ahora reclamamos una indemnización por el daño incurrido durante los cuatro años que esta normativa flagrantemente engañosa ha estado en vigor. Los fabricantes y distribuidores deben retirar el etiquetado energético visible en las cajas de las aspiradoras, la publicidad, en los estantes y en Internet en toda Europa sin demora alguna para garantizar que no haya más consumidores engañados y que Dyson no vuelva a resultar perjudicado. La Comisión también debe descartar la posibilidad de que otra etiqueta engañosa vuelva a ser introducida. Mientras tanto, el reglamento de diseño Eco asegura que los fabricantes produzcan máquinas eficientes y de alto rendimiento". Mientras que algunos fabricantes han producido aspiradoras de más de 2000W, Dyson jamás ha fabricado ninguna de más de 1400W. El reglamento de diseño Eco perdura y protege a los consumidores de máquinas que derrochan más de 900W y garantiza niveles de rendimiento mínimo. La restricción a la potencia fue apoyada públicamente por Dyson y ha sido el único fabricante en hacerlo.

La normativa, elaborada por la Comisión Europea, estipuló que las aspiradoras con cable se evaluaran vacías y sin polvo. A diferencia de algunas máquinas de ciclón, las aspiradoras que dependen de bolsas y filtros para separar el polvo del flujo de aire, pueden quedar obstruidas por el polvo a medida que se utiliza la máquina, llevando frecuentemente a una pérdida de succión. Conforme a la metodología del etiquetado, los consumidores podían comprar una máquina que aseguraba tener una calificación A (por cada prueba sin polvo), pero a medida que se utilizaba en casa y se llenaba de polvo, ese rendimiento podía bajar a una calificación G. Dyson argumentó sistemáticamente que la Comisión cometió dos violaciones legales en detrimento de los consumidores europeos y de Dyson. Las pruebas de laboratorio para el etiquetado energético no reflejaron un uso real, como requería la ley de la UE, y los consumidores fueron engañados como consecuencia. Además, el etiquetado energético fue discriminatorio con respecto a una tecnología específica: el ciclón patentado de Dyson. En un principio, el caso fue desestimado por el Tribunal General Europeo en noviembre de 2015, el cual declaró que la prueba con carga de polvo era poco fiable. Esto sucedió a pesar del hecho de que la Comisión Electrotécnica Internacional ya hubiera concebido este test con carga de polvo, ampliamente adoptado por asociaciones de pruebas de consumo y fabricantes a nivel mundial. El 11 de mayo de 2017, el Tribunal de Justicia de la UE dio la razón a Dyson en su recurso contra de la decisión del Tribunal inferior, y declaró que la prueba debe adoptar, siempre en la medida de lo técnicamente posible, "un método de cálculo que posibilite la medición del rendimiento energético de las aspiradoras en condiciones que se asemejen lo máximo posible a las condiciones actuales de uso". El caso fue devuelto al Tribunal General para su reconsideración. 



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