La tecnológica Lenovo ha registrado una facturación de 50.716 M$ (46.271 M€) en el ejercicio 2019-20 (cierra en marzo), que supone un retroceso del 0,63% que el año fiscal anterior, cuando la compañía superó por primera vez la barrera de los 50.000 M$, alcanzando los 51.038 M$. El resultado neto de la china Lenovo ha ascendido a 665 M$ (607 M€), el 11,39% más que en su ejercicio anterior, según informó la multinacional. El beneficio operativo ha crecido hasta los 1.439 M$ (1.313 M€), el 22,16% más que en el anterior. Lenovo opera en España con la filial Lenovo Spain, cuyas previsiones también auguraban haber mantenido un nivel de crecimiento en el ejercicio 2019-20.

El grupo de negocio de los ordenadores ha incrementado sus ingresos el 3,6% hasta casi 40.000 M$ y subió un punto su liderazgo mundial en cuota de mercado, hasta el 24,5%, según la empresa. En cambio, ha descendido la facturación del grupo de negocio móvil bajo la firma Motorola, debido principalmente al cierre de la planta en Wuhan por el coronavirus, así como ha retrocedido también los ingresos del grupo de negocio de centros de datos, el 8,7% interanual.

Por otro lado, ha crecido en volumen de negocio los segmentos de software y servicios, el 43,2% hasta 3.500 M$; de línea inteligente (inteligencia de datos para soluciones de sanidad y educación), el 133%, y de línea transformación inteligente (internet de las cosas, realidad aumentada, realidad virtual y oficina inteligente) hasta casi cuadruplicarse, el 296%.

En cuanto a los resultados del cuarto trimestre de su último ejercicio (de enero a marzo), el beneficio neto fue de 43 M$ (39,2 M€), el 83,33% menos respecto a los 258 M$ (235,3 M€) del mismo período del año anterior. La facturación en ese trimestre acabado el 31 de marzo se quedó en 10.579 M$ (9.648 M€), frente a los 14.103 M$ (12.861 M€) de un año antes, el 24,99% menos.

El consejero delegado y presidente de Lenovo, Yang Yuanqing, ha señalado que está "extremadamente orgulloso" del comportamiento de la compañía en "tiempos inciertos", ya que en el último año fiscal creció la incertidumbre geopolítica, la escasez de suministro de componentes, el impacto sobre los cambios de divisas y la pandemia de coronavirus en el cuarto trimestre (de enero a marzo). Sobre la crisis del coronavirus, ha destacado que Lenovo ha aprovechado que tiene más de 30 puntos de fabricación propios y de terceros en todo el mundo, por lo que ha podido ajustar la capacidad y equilibrar la producción.