El grupo vasco encabezado por ELECTRODOMESTICOS SOLAC, S.A. ha anunciado a su plantilla el cierre de su factoría de Eibar (Guipúzcoa), y el previsible traslado de una parte de la producción. Como se recordará, el tejido fabril de SOLAC integraba en 2003 dos plantas ubicadas en Eibar y en Briviesca (Burgos). Esta última cesaba actividad hace un año y, aunque en un principio se encargaba de la producción de freidoras y tostadoras, en su última etapa operativa se especializó en planchas. Dicha factoría era explotada por INDUSTRIAS DE BRI-VIESCA, S.A. y empleaba a 40 trabajadores. En lo relativo a Eibar, donde se fabrican planchas y cafeteras para SOLAC y terceras empresas, la plantilla asciende a 39 operarios, de los cuales 16 recalarán en la sede de Vitoria, en tanto que los 23 puestos especializados en planchas serán suprimidos. La firma ha explicado su decisión ante "la imposibilidad de competir en el mercado de planchado con las compañías asiáticas", y mantendrá la sección de cafeteras aunque, trasladando la línea de montaje a la capital alavesa. Precisamente es en Vitoria donde SOLAC concentra el resto de su plantilla (98 personas), dedi-cada en exclusiva a I+D, mantenimiento y asistencia técnica, marketing y servicios comerciales, a partir de productos importados. Aunque el cierre no se ha confirmado completamente, los representantes sindicales de Eibar ya están inmersos en las negociaciones con la dirección del grupo. La planta guipuzcoana era gestionada con anterioridad por JOSE ORMAECHEA, S.A. cuya disolución por liquidación se hacía efectiva en abril-04, proceso enmarcado dentro de la ope-ración que puso en marcha SOLAC hace un año para llevar a cabo la fusión por absorción del ramillete de subsidiarias que mantenía en activo. Esta iniciativa ya afectó, además de las señaladas, a RECUBRISA, S.L., JOSA CORPORATION, S.A., JOSE ORMAECHEA EXPORT SYSTEMS, S.A. y SOLAC DISTRIB., S.A. En Eibar la sombra del cierre planeaba desde hace tres años y medio, cuando su plantilla aceptó las condiciones de los nuevos compradores, reduciendo de 100 a 40 los puestos.

Hay que recordar que fue la llegada de la vasca CEGASA en octubre de 2000 la que salvó la situación de suspensión de pagos a la que se enfrentaba el grupo SOLAC desde 1999 con un pasivo de 54 M.EUR frente a un activo de 144 M.EUR. Como se recordará, CEGASA se introdujo en el seno de SOLAC a través de la instrumental AZPILLAGA 2000, S.L., tenedora del 98,7% de las acciones. SOLAC levantó la suspensión en 2002 después de un largo litigio con algunos accio-nistas minoritarios. La inyección financiera y de recursos aportada por CEGASA devolvió la estabilidad a SOLAC que, en 2003 ya había retomado el pulso de sus ventas y alcanzaba una facturación de 42 M.EUR, muy lejos ya del volumen que arrojaba el ejercicio de 2000 con 9,2 M.EUR. Además las previsiones de SOLAC en 2004 sitúan su negocio en torno a 46 M.EUR, después de realizar también una importante expansión fuera de nuestras fronteras, principalmente en Europa del Este. SOLAC vendió la planta que tenía en Júndiz a la CORPORACION ZIGOR, vincu-lada a Juan Celaya. La empresa desarrolla ahora su actividad técnica y comer-cial en dos pabellones alquilados, uno en el polígono "Artapadura" y el otro en la nave industrial que tiene TUBOPLAST (también en la órbita de CEGASA), junto al parque tecnológico de Miñano, ambas en Vitoria. Además, CEGASA se encarga de la logística y distribución de SOLAC. Con unas ventas en 2003 superiores a 183 M. EUR, CEGASA emplea a 911 trabajadores y está especializada en la fabricación de pilas, bazar y limpieza. Por su parte, SOLAC ha renovado su catálogo, inclu-yendo hogar, cocina, cuidado personal y calor. (EleAlimarket 13)