Como ya se avanzó el pasado año, el sector donde existe una mayor competencia parece que está viviendo un momento de pujanza inesperado. La versatilidad que han alcanzado la mayor parte de las empresas en sus líneas permite que el cliente pueda trabajar con distintos formatos y con velocidades de cambio antes impensables. En un momento en el que todos los fabricantes tienen que tener sobre todo equipos para producciones cortas y variadas (con objeto de un día envasar en formatos de 200 g y al día siguiente en bolsas de 5 kg), las soluciones propuestas han llamado poderosamente la atención de la industria, tanto nacional como extranjera. Especialmente importante ha sido la demanda exterior, que hasta hace no mucho era una rara avis en las cuentas de las compañías implicadas.