La situación de este sector va ineludiblemente unida a la de la industria conservera por el simple motivo de que es en la mayor parte de los casos el único cliente al que se dirigen estas empresas. Y en este caso eso es una mala noticia, ya que la industria conservera parece estar pasando su particular calvario debido a la caída del consumo de estos productos y una serie de debilidades inesperadas como son la evolución de los precios de los envases, que han puesto en aprietos a más de un fabricante.
La incapacidad para la diversificación (a diferencia del resto de campos tratados en este reportaje, no hay una correlación clara con otros tipos de maquinaria ajena a las conservas) obliga a las compañías a hacer un esfuerzo tecnológico mayor para mantener la atención del cliente a base de novedades todos los años: máquinas más veloces, de mayor capacidad de proceso o con periféricos más modernos. Esto encima resulta ser una obligación habida cuenta de que es un sector netamente exportador, lo que obliga a estar a la vanguardia tecnológica para competir sobre todo con las firmas asiáticas. Un ejemplo de inversión tecnológica es Herfraga, que a finales de 2008 lanzó una variedad de maquinaria especializada en el envasado de atún y caballa crudos, un negocio con el que estaba vinculado (al procesarlos en conserva) pero que no había tocado.
El laboratorio como motor
Quizá el caso más destacado en este último periodo es el de Hijos de José María Marrodán, compañía que a principios de 2009 completaba la edificación de una factoría en Lodosa (Navarra), de 7.000 m2, con la intención de que dicha planta se convierta en la principal factoría del grupo, dejando la que hasta ahora ocupaba este puesto (una planta de 2.000 m2 en la misma localidad) como centro de mantenimiento y laboratorio para platos preparados, un negocio que quiere potenciar permitiendo a sus clientes que experimenten y prueben soluciones dentro de sus propias instalaciones.
Otra firma con un proyecto parecido es la también navarra Maquinaria Ferlo, que entre 2008 y 2009 ha invertido del orden de 1 M€ para montar un laboratorio de investigación dedicado al desarrollo de nuevas soluciones para su maquinaria. Por el contrario, la coruñesa Maquinaria Conservera (Maconsa) ha pospuesto de forma indefinida su proyecto de ampliación de factoría, con el que esperaba ganar 600 m2 para incrementar producción y laboratorio, hasta alcanzar los 1.800 m2, a expensas de que la situación económica mundial sea más favorable.
Cambios accionariales
Una de las líderes del sector, Hermanos Rodríguez Gómez (Hermasa), ha ejecutado en los últimos cinco años un total de 4,5 M€ en I+D, con la intención de hacer sus equipos más competitivos. A finales del pasado año presentaba como principal novedad el equipo ‘Fish Block’, un sistema de envasado para el preparado de bloques de atún, mercado en el que tiene su principal fuente de ingresos. Esta compañía vio en septiembre de 2008 como la sociedad de capital riesgo Vigo Activo salía de su accionariado (controlaba el 16%) tras cumplir los cinco años del acuerdo firmado en su momento para potenciar su actividad. No ha sido la única operación de compraventa que ha vivido el sector, ya que también a durante 2008 el empresario Ángel Arteaga se hacía con el 100% de Emérito (el 90% lo controla él directamente) al adquirir el 50% que estaba en manos de Emérito Sainz Díaz.
juanjo.guisado@alimarket.es







