La lista de ejemplos ilustrativos que acaba de ser modificada con el fin de aclarar aquellos casos que daban lugar a dudas acerca de qué debe entenderse por envase y qué se queda fuera de tal concepto, recogida en la Directiva 2013/2/UE, incluye ahora los "rollos, tubos y cilindros alrededor de los cuales se enrolla un material flexible (por ejemplo, película plástica, aluminio, papel)". Por tanto, la reciente revisión de la definición de envase zanja definitivamente la discusión sobre los tubos, como los del papel higiénico, papel de cocina, film plástico y film de aluminio de uso doméstico, que pasan a ser considerados envases.
Esta clarificación implica que los tubos que sean de ámbito doméstico (que se consuman en los hogares) deberán adherirse a Ecoembes o al sistema de gestión equivalente de su país y pagar su correspondiente punto verde, lo que permitirá crear un marco regulatorio homogéneo en toda Europa para los tubos. Sin embargo, después de una larga discusión en Bruselas, tal y como ha señalado la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), finalmente la Comisión Europea ha decidido excluir a los mandriles y cilindros industriales de esta definición, creando una excepción para los "rollos, tubos y cilindros destinados a formar parte de maquinaria de producción y que no se utilicen para presentar un producto como unidad de venta". Los Estados Miembros tienen ahora como máximo hasta el 30 de septiembre para incorporar este nuevo anexo a sus respectivas legislaciones nacionales.







