El consejo de administración de La Seda de Barcelona ha propuesto una operación de reducción y ampliación del capital de la compañía como vía para solucionar parcialmente la crisis que arrastra con motivo de la renegociación de su deuda, asunto que será debatido en la junta de accionistas que se celebrará el próximo 26 de junio. Esta medida se completaría con una reorganización de su actividad para que las áreas de granza de PET y transformación de envases pasen a depender de cabeceras distintas.
La Seda pretende reducir en 27,2 M€ el capital social, mediante una disminución del valor nominal de la totalidad de las acciones, con el objetivo de "dotar una reserva voluntaria de carácter indisponible". La operación iría acompañada de una ampliación de capital, en dos fases: una primera con aportaciones dinerarias y compensación de créditos mediante la emisión de 141 M de nuevas acciones ordinarias (con un valor por definir), y una segunda realizada por compensación de créditos mediante la emisión de 24 M de títulos sin voto de 0,25 € de valor nominal cada una, con la consiguiente creación de una nueva clase de acciones.
En el orden del día también figura la aprobación de que la división de PET dependa de la sociedad española Artenius Holding, y que la división de Packaging lo haga de una nueva sociedad luxemburguesa creada para la ocasión. En esta próxima junta se votarán también las propuestas de BA PET para seguir al frente de la sociedad e intentar reflotarla, aunque el consejo de administración ve inviable esta opción porque varios prestamistas relevantes del préstamo sindicado han informado que no la apoyan.
Con estas medidas propuestas, La Seda pretende compensar las pérdidas acumuladas, al tiempo que negocia la adhesión de los acreedores sindicados al principio de acuerdo alcanzado por el consejo de administración con el comité coordinador del mismo.